jueves, 25 de abril de 2019

MRS. DALLOWAY

Volver a mi asiento del teatro español es recuperar un trocito de lo que fueron aquellos años de farándula y artisteo, en los que no dejaba pasar ni una obra de su sala principal.
Esa zona de visibilidad reducida era mi pequeño secreto. Reconozco que el patio de butacas es mucho más interesante para disfrutar de un primer plano de los actores pero si el teatro está casi lleno siempre nos quedarán las butacas del segundo piso.
Blanca Portillo tiene tanto tirón que la obra de hoy estaba vendida desde el principio al 90%. Aprovecho este jueves sin niños y me llevo a una amiga al teatro.

En Mrs Dalloway todo suena bien, el argumento, la autora, el personaje, la actriz, estamos ante una gran obra. 

La historia empieza con todos los actores en escena, aunque únicamente Mrs Dalloway, Blanca Portillo, estará presente en la acción, los demás sólo se encuentran en su mente. 
Ella va a preparar una fiesta para su marido que tendrá lugar esa misma noche. Abre las cortinas y el aire de la mañana le trae recuerdos de juventud junto a las olas del mar, también sensaciones agridulces de su vida. Virginia Wolf y Carme Portaceli empiezan su obra con este prometedor principio, y acto seguido los actores empiezan a tocar los instrumentos que hay en escena y a bailar de forma alocada y divertida, todos excepto ella.

Con nuestra protagonista vamos a vivir un día desde que amanece hasta el final de la fiesta y asistiremos a su cambio y maduración, a sus reflexiones interiores, sentimientos encontrados. Con las horas iremos conociéndola y descubriendo que una primera impresión frívola da paso a una mujer con muchos sentimientos guardados, viviremos con ella un proceso de aprendizaje que finalizará con nuestra protagonista siendo capaz de quitarse la venda ante nosotros y ver todo lo que hay detrás.






Clarissa acaba de recuperarse de una enfermedad que la ha tenido en cama durante un largo tiempo. Ahora se siente viva, más viva que nunca, y feliz. Desea escuchar el bullicio, participar de él, sentirse acompañada. Está entusiasmada con la fiesta que está preparando y anima a todos para que asistan, hijos, viejos amigos... Desea que disfruten tanto como ella aparenta divertirse, vive en los demás, olvidando casi siempre lo que ella siente y quiere. Así ha sido toda su vida, deberse a todo lo que los suyos quieren y representar un papel ante ellos. 

Los momentos que ha dejado pasar para interpretar el papel que todos esperan de ella son los que hoy más vuelven a su memoria, los protagonistas que esta noche asistirán vienen acompañados de reproches para la anfitriona. Los fantasmas del pasado son los que vienen a estar con ella.




Clarissa nos contará lo nerviosa que se puso cuando conoció a una chica que después se convirtió en su amiga, y que ésta, alocada y alegre, le abrió las puertas de un nuevo mundo, la bisexualidad. Pero ella rechazó cualquier experiencia aunque por dentro deseara fervientemente probar. 

Peter es el eterno enamorado de Clarissa, le declaró sus sentimientos pero ella no le aceptó, quizá por miedo, por convencionalismo... Él vive en ese pasado y le sigue reprochando que le rechazara. Mrs Dalloway recuerda sus palabras y se sigue enfrentando a esa decisión que tomó. 



Clarissa es el reflejo de Virginia Wolf, esa mujer enferma, incomprendida muchas veces, una mujer avanzada a su tiempo que es mucho más plena de lo que la sociedad le permite. 

Clarissa empieza la obra siendo una jovenzuela feliz, recién recuperada de su enfermedad, animada, perfecta anfitriona, que conserva las formas en cualquier situación... con las horas se va transformando en una mujer madura, reposada, deseosa de vivir, libre. La obra está siempre acompañada de música en directo y canciones, nuestra Clarissa consigue al final del día sentir la música, bailar, expresarse sin ningún atavismo. 

La obra es interesante aunque tratándose de Virginia Wolf esperaba que los temas feministas ocuparan bastantes ámbitos, más allá del amor y las relaciones personales. En este caso quedé un poco decepcionada. Incluso en ciertos momentos me costó conectarme a la historia, una pena para todas las posibilidades que podía tener la obra.  







sábado, 6 de abril de 2019

EL CURIOSO INCIDENTE DEL PERRO A MEDIANOCHE

Haberla leído hace años me provocaba un cierto rechazo. Una película o una obra de teatro nunca deberían de mejorar el texto genuino. Sin embargo muchas insistencias, buenos comentarios y un sábado sin plan hicieron que finalmente me decidiera por esta obra.

En el camino leí la entrevista a su protagonista y descubrí a un chaval de 26 años con una vida interesante, muchas inquietudes y un futuro prometedor. Esto me creó cierto interés inesperado.

La historia habla de un caso misterioso que investiga un chico con autismo, una excusa para meternos en su cabeza y en su mundo.

Se llama Cristopher Moore, importante quedarse con su nombre porque sonará muchas veces durante la obra y probablemente también en el futuro.


Cris encuentra muerto en mitad de la noche al perro de su vecina, la señora Shears., asesinado con una hoz de jardín. Asustado por la situación y por la denuncia de su dueña solo es capaz de agazaparse para protegerse de las acusaciones y personas del mundo exterior.


La policía llega al lugar del suceso e intentan arrancarle unas palabras pero solo consiguen llevarle detenido por agresión a un policía. Su padre tiene que acudir para intermediar y explicar la situación y todo acaba en una amonestación.

A pesar de la oposición de su padre, Cris está dispuesto a realizar una investigación y esclarecer lo ocurrido. Él no sabe quién mató a Wellington pero tiene claro que va a descubrirlo. En su camino se va a enfrentar a la incomprensión del mundo que no sabe tratar a un chico autista.


Venciendo su rechazo por socializar con gente desconocida, visitará a sus vecinos para recabar información sobre lo ocurrido esa noche. Conocerá entre otros a la señora Alexandre, que muestra un cariño especial por el chico, demasiado para él. Ella esconde mucho más de lo que dice aunque está deseando soltarlo todo.


Cris cuenta con su profesora, la señorita Siobha, ella es capaz de poner palabras a lo que él no sabe expresar. Le cuida, le enseña y le ayuda a transmitir, en aquellas partes en las que su padre, por mucho amor que sientan, no sabe cómo llegar.

Ella le anima a investigar porque sabe que esto le abrirá puertas y caminos que él no estaría dispuesto a transitar en otras circunstancias.

Así con su ayuda, Cris deduce que la persona que mató a Wellington debe de ser alguien que odiara a su dueña y que el único sospechoso sería su ex marido, el Sr. Shears. Cuando lo comenta a su padre éste se pone furioso, más allá de lo esperable y le dice que esa persona no puede ser nombrada en su casa. Además le hace prometer que ese juego de detective se va a acabar.


A la vez que compartimos los avances de la investigación, nos cuentan los momentos más relevantes en la vida de Cris. Su madre murió hace unos años de un ataque al corazón. Estuvo ingresada en el hospital pero su hijo nunca pudo ir a visitarla. De imprevisto, su padre comunicó a su hijo la trágica noticia.

Un día la Sra Alexandre se encuentra a Cris y le pregunta por sus avances en el caso. Él le cuenta su deducción y la reacción de su padre al comentarlo y ella aprovecha para explicarle que entre su madre y el Sr. Shears hubo una "muy estrecha relación".


Cris lo escribe todo en su libro, el camino más sencillo para explicar su investigación y su vida, expresar lo que le pasa por la cabeza, mostrar todo aquello que es incapaz de decir de palabra.

En casa su padre encuentra y lee el libro y descubre que su hijo ha contravenido su orden y además acaba de enterarse de la infidelidad de su madre. Así que entra en cólera, grita a su hijo, le increpa y finalmente tira su libro, el objeto más importante en la vida de Cris. Éste, conociendo a su padre, cree que no se habrá desecho por completo del libro, así que lo busca por toda la casa cuando se queda solo y lo acaba encontrando en una caja dentro del armario, junto con un montón de cartas cuyo remitente es ¡su madre!

Cris comienza a leerlas y después de un gran desconcierto, descubre que su madre vive y que le ha escrito cada semana desde que "desapareció". En una de ellas le cuenta por qué le abandonó, explica que la vida a su lado era muy difícil y ella no tenía paciencia. Cree que su marido y su hijo se entenderían mejor si ella desapareciera y así decidió escaparse con su amante dejándolo todo atrás.

Su padre llega a casa en ese momento y encuentra a Cris desmayado en el suelo y todas las cartas tiradas. Le cuida hasta que vuelve en sí y decide no volver a ocultarle nada, así que es el momento de la verdad. Daniel confiesa a su hijo que él asesinó a Wellington. A raíz de una discusión que había tenido con la señora Shears, con la que había mantenido una relación, salió furioso de la casa de ella y en ese momento el perro le atacó y él, lleno de rabia, le clavó la hoz de jardín acabando con su vida.


A partir de este momento Chris toma una decisión que lo cambiará todo: junto a su padre no puede estar seguro porque haber matado a un perro le convierte en un asesino y puede hacerle lo mismo a él, así que se escapará e irá a buscar a su madre.

Aquí empieza la gran aventura para Cris, un chico hiperprotegido por su condición de autista y por un padre cariñoso pero a veces desbordado, que intenta mantenerle en su burbuja. Cris se enfrentará a un nuevo mundo lleno de miedos, inseguridades, rechazos, malentendidos, pero también de pequeñas victorias. Llegar a la estación, comprar un billete de tren, sacar dinero del cajero, encontrar su andén, esquivar a policías, montar en el metro, todas pequeñas grandes aventuras para alguien como él. Definitivamente llega a la dirección postal de su madre y ella no puede ser más feliz.


Pero hay veces que el rechazo a un abrazo se hace demasiado incomprensible. Si para su madre es a veces difícil, para su pareja, Roger, el que fuer el Sr. Shears es intolerable. Empiezan las agresiones, malentendidos no muy inocentes y su madre decide volver a su pueblo con su hijo. Mientras el padre de Chris se presenta en la casa de su ex mujer pero solo consigue recibir el rechazo de su hijo asustado y empeorar la situación. 




Cris es muy bueno en matemáticas y el tesón de su padre le iba a permitir presentarse al examen de nivel 1 en su colegio. Con la huida de su pueblo la opción a examen se esfumó, y Cris está hundido porque quiere demostrar que es muy bueno en matemáticas. Pidió a su madre que le llevara desde Londres a su pueblo para presentarse pero ésta lo rechazó. Ahora están de vuelta y el examen estaba previsto para ese mismo día así que van al colegio y Cris tiene la oportunidad de cumplir su sueño y hacer la prueba.

Cris aprueba el examen con una calificación excelente, está orgulloso y radiante, sabe que va a ser capaz de muchas más cosas en la vida porque él sólo fue capaz de ir hasta Londres y encontrar allí a su madre. Y ahora ella también está junto a él, la mujer que lo abandonó todo por miedo a enfrentarse a sus dificultades y prefirió huir ahora se encuentra junto a su hijo, él la ha traído de vuelta. Su padre también cuida de él. Cris ha conseguido descifrar el misterio del asesinato y gracias a su esfuerzo encontrar la valentía.


La historia podría estar contada de una forma simple, y sólo con esto sería suficiente. Sin embargo han querido aportar más matices haciendo una especie de coreografía para simular lo que pasa por la mente del joven, ese mundo desordenado y acelerado en que se ve sumergido y con el que tiene que lidiar.

Un trabajo hecho con tanto cariño cómo éste le da un valor añadido nada común. Casi tres horas disfrutando de puro teatro.