La
obra también es genial porque sabe contar la historia de una forma muy
original, vemos dos escenas en una, intuimos algo de la conexión entre ambas,
pero hasta el final no acaba de aclarase. Un recurso muy utilizado en el cine
pero que en teatro es bastante más difícil de llevar a cabo. Y aquí lo
consiguen, de forma algo evidente pero que queda bastante original.
Las
dos historias transcurren en el mismo hotel de un país pobre e inestable en
guerra perpetua. Un fotógrafo vuelve a recibir un premio por la foto que tomó
hace más de veinte años, solo que ahora el premio lo recogerá de manos del
nuevo gobierno democrático del país donde tuvo lugar el conflicto. Vuelve
después de tantos años al lugar que le dio la fama y la infelicidad. Allí una
periodista intenta sacarle información, quiere saber más de lo normal y
cuestiona la moralidad de la imagen: una niña es lanzada como un cohete por el
impacto de una bomba que ha caído a sus espaldas. Todos saben que ese premio no
es más que una cortina de humo, un lavado de cara de un gobierno corrupto de un
país en guerra, pero aceptan y callan por el beneficio que les reporta.
El fotógrafo se esconde tras una imagen de insensibilidad que esconde el
dolor que guarda desde ese momento, un dolor que no le abandonó y no le
permitió progresar.
La
segunda historia, entrelazada con la primera, cuenta que un médico de Naciones
Unidas recibe los favores sexuales de una mujer a cambio de tratar a su hija
enferma.Todas las perversidades y vejaciones serán aceptadas si a cambio hay
una posibilidad de salvación para la pequeña.
Un
mundo corrupto en las pequeñas y las grandes cosas, un juego del que es difícil
salir porque los que pueden, reciben beneficios y los que no, tienen poca
fuerza para gritar.
Así
la periodista local intenta ver humanidad en el fotógrafo, y sus preguntas
incómodas sólo molestan al acomodado profesional. ¿Qué es lo que mueve a la
reportera a intimidarle? ¿A querer saber tanto de sus sentimientos? Ella es la
niña que salió volando por los aires, la protagonista anónima de la foto y quiere
conocer al hombre que no la socorrió, quiere darle una oportunidad de vivir si
vale la pena, y si no matarle. Él nunca fue valiente, sólo estuvo en el momento
acertado en el lugar idóneo y eso arruinó su vida. Ahora tiene una oportunidad
de reconciliarse con ella, se enfrenta a un arma y una verdad dudosa, pero la
realidad que vive es mucho peor, una familia destruida, una lucha sin descanso
con sus remordimientos y un mundo que ha convertido su única buena acción en
una moneda de cambio, una excusa para limpiar la imagen de los sucios
negocios,un merchandising absurdo.
Así
que al decidir entre una pistola o la posibilidad de escapar prefiere quedarse,
verse con su pasado, y salir victorioso o morir. La niña periodista
dispuesta a matarle ve en su acto la luz que había dado por perdida, y
ahora quiere que él la reconozca, la crea. Pero para él lo importante ya no es
si es ella o no, ahora él recupera el sentido que había perdido, y junto a
ella decide emprender la tarea de difundir lo aprendido, lo que hay detrás de
tanto conflicto, el engaño al que somos todos sometidos, la esperanza de salir
adelante, como es el caso de ella.
¿Y
cómo unir esto a la segunda historia? Pues el corrupto miembro de Naciones
Unidas, gran vencedor de este juego, nunca tocado o afectado, disfruta de su
situación dominante, porque la hija de la entregada mujer murió ayer, pero él
calla para seguir beneficiándose de ella. En un arranque de dignidad reconoce
la verdad y abandona a la mujer en la habitación del hotel, tiene que ir a ver
a su amigo fotógrafo, concretar su actuación en la entrega de premios. La mujer
desesperada, sin rumbo ni sentido, se tira por el patio del hotel. El fotógrafo,
al llegar al hotel un rato después (porque las historias a pesar de ser
contadas a la vez tienen un pequeño desfase en el tiempo), la encontrará
muerta, suicidada, como una consecuencia de la situación terrible y absurda en
que vive ese país.
Habiendo leído el argumento, no me sorprende nada que te gustara. Ya estás involucrada en la denuncia del abuso y de la corrupción así que verlo reflejado en una obra de teatro tiene que ser interesante para tí.
ResponderEliminarMe alegro de que encuentres autores jóvenes que cuenten buenas historias. Hay que seguirles la pista y quizás encuentres otras obras interesantes, y otros autores relacionados.
Me ha gustado la crítica y también que te gustara la obra.