Cumplí mi palabra, tras algunos dramones destructivos (realmente fueron muchos) supe que me merecía algo más animado y me prometí que la siguiente obra sería una comedia. Dicho y hecho, aunque debo decir que jamás pensé que lo cumpliría.
Los reportajes de las revistas de teatro presentan una imagen de "Deseo" algo morbosa, atrae nuestro lado oscuro y voyeur que a todos nos gustaría probar alguna vez. El reparo nos aleja de este ambiente, pero si nos ponen al alcance una historia como ésta y más en un teatro, nos sentimos casi invitados a la experiencia.
En principio la obra llamó mi atención, pero no lo suficiente como para invertir una tarde de teatro en ella. A pesar de todo algo me hizo no olvidarla, su director. Miguel del Arco siempre me ha sorprendido y encantado. Además sus obras llevan un gran mensaje bajo el argumento.
Así que allá me fui más sola que la una a ver una obra llamada Deseo. Ésta es su historia.
Dos mujeres charlan en el gimnasio sobre sus vidas. Paula es atrevida y explosiva, le gusta hacer realidad sus sueños eróticos y disfruta contándoselos a Ana. Ana es una mujer feliz, lleva casada 15 años con Manu y las historias de Paula le provocan cierta excitación, una especie de vía para experimentar nuevas sensaciones.
Paula tiene un amante con el que juega al límite, pero la relación no avanza más porque él está casado. Sin embargo ella se siente segura de que cualquier hombre caería rendido ante sus provocaciones. Ana no acepta esa forma de pensar y pone como ejemplo su relación que es asentada y segura, basada en la confianza.
La confrontación entre ambas mujeres las lleva a enfrentarse en un reto: Paula es invitada a pasar el fin de semana en una casa de campo con la pareja. Una cuarta persona compartirá estos días con ellos, Teo. Teo está en tramites de separación de su mujer ya que cometió una infidelidad con la chica del servicio y fue cazado en plena faena por su mujer. Ahora vive un infierno, ha tenido que dejar su casa, no puede ver a sus hijos y siente que su mujer solo pretende hacer de su vida un infierno. Obcecado en odiar a su mujer no ve más allá.
La historia de Teo divide al matrimonio, Ana ve imperdonable la falta cometida, mientras que Manu piensa que la infidelidad no existe si no es conocida.
La llegada de los invitados a la casa de campo parece ser bien recibida por todos. Paula se mueve como pez en el agua siendo el centro de atención de Teo, aunque su verdadero objetivo era Manu, el marido de su amiga, el cual se muestra algo tenso y rechaza todo acercamiento de la amiga lanzada. Ana disfruta pensando que entre sus amigos solteros puede surgir algo mientras que Teo se reparte entre el odio a su ex y el deseo por la nueva.
Cuando Paula y Manu se quedan solos comienza una fuerte discursión. Manu enfurecido pregunta a Paula cómo puede haberse presentado allí. Ella dice que viene buscando un juego más divertido que el ya conocido. No le basta con ver a su amante una vez por semana o que sus sueños eroticos se conviertan en realidad. Quiere llegar más lejos y estar al límite para disfrutar más. Desesperado por la situación, Manu aprovecha la primera oportunidad para retirarse a su habitación. En cuanto Teo y Paula se quedan solos ella expone claramente que quiere follar, sin más preámbulo. Teo está aturdido, nunca se vio en una situación igual.
La noche transcurre como era de esperar. Paula y Teo no paran de gemir y demostar su pasión mientras que Manu pasa la noche atormentado escuchándoles, junto a su esposa.
Pero el plan de Paula no acababa aquí, sólo ha hecho más que comenzar. Su juego va a ser mucho más perverso, quiere ver como todos se debaten entre el deseo y los conceptos puritanos y como pierden para siempre la confianza en la que han basado su existencia. Espera verles a todos jugar el mismo juego que ella lleva tiempo viviendo, sentir como todos pierden las asentadas vidas que a ella siempre le ha sido negada. Tras su promiscuidad y excitación ella esconde sus ganas de una pareja y una vida feliz junto a la persona que quiere.
El siguiente paso de su plan es hacer surgir la atracción entre la esposa y el amigo de la pareja. Inventa historias, las cuenta acompañadas de un tono confidente, lágrimas y todas las argucias que sean precisas. Aunque les resulte poco creíble, la duda surge entre los dos, ya que el sentimiento de ser deseados gusta a ambos.
Mientras tanto los amigos, Teo y Manu, comentan sobre la atractiva chica. Teo presume de lo bien que le está yendo con ella y se mofa de su amigo diciendole que nunca estuvo con una mujer como ésa. Manu no puede callarse más y confiesa con gran orgullo el motivo de que Paula esté allí y con ello, la relación que mantienen. Teo se siente hundido y rabioso y reacciona atacando a su amigo, amenazandole con quitarle a su mujer. A continuación comienzan una pelea solo interrumpida por la cena y la llegada de las mujeres.
El ambiente de la cena del segundo día es bien distinto al del primero. Todos saben los motivos que les han reunido allí excepto Ana que se mantiene al margen de los hechos. Durante la cena Teo tontea con Ana para molestar a su marido, mientras que Manu hace lo mismo con Paula. Ésta ha conseguido transmitir a todos dudas y excitación, aunque estos sentimientos probablemente estaban latentes en todos y sólo han necesitado una pequeña chispa para saltar.
La noche trae muchas sorpresas y tensiones. Ana, siguiendo las indicaciones de Paula, sorprende a Manu con juegos nocturnos que no le gustan nada. Él no espera probar con su mujer lo que practica con su amante y reacciona muy bruscamente con ella. Ana se siente avergonzada y humillada, sale del cuarto y en el salón encuentra a Teo. Éste después de descubrir la verdad se siente utilizado y no quiere acostarse más con Paula. Al amparo de la noche y recordando la atracción que han sentido ese día, se consuelan juntos del desprecio vivido. Pero unos ruidos les separan rápidamente. Teo movido por una mezcla entre pena y venganza esconde a Ana para que pueda descubrir toda la verdad.
Manu y Paula vienen a escondidas, vigilan que nadie aparezca, aprovechan la soledad para retozar y confesarse la fuerte atracción que sienten al verse y no poder tocarse. Manu en su desenfreno hace daño a Paula, lo que le molesta especialmente. Ella sufre con la actitud egoista de Manu en la que sólo sabe sentir el daño cometido una vez hecho.
Ana debe de enfrentarse a la realidad más dura e inimaginable de su vida. Se siente engañada, defraudada por la persona en la que siempre creyó. El mundo se derrumba ante ella. Su vida se rompe con su pareja. Mientras que ella siente el fin de todo, Paula y Teo han decidido reconciliarse y disfrutan juntos. Algunas insinuaciones de Paula muestran que el primer deseo de un fin de semana sin compromiso ha tornado en un intento de luchar por una relación. Teo se siente feliz, viviendo un sueño, y promete una nueva vida para ambos.
Tras la resaca de la noche, las primeras emociones han pasado. Ana no es la inocente mujer que imaginaba el amor como un sentimiento puro e incorruptible. Para mostrar su fuerza ha llamado a la ex de Teo pidiéndole que le dé una nueva oportunidad. Teo recibe el mensaje y se siente feliz por esta segunda oportunidad. Sólo unas horas antes había prometido esta oportunidad a Paula que ahora sufre un daño similar al que ella provocó. Es víctima de su propio juego pero no está acostumbrada a perder así que les amenaza con contar su pequeño lío de la noche anterior a Manu. Los implicados no están dispuestos a poner en peligro nuevamente sus vidas, menos por alguien que intentó acabar con sus esperanzas. Solo hay una forma de callarla para siempre: matarla y enterrarla en el jardín.
Manu vuelve unas horas después salió a pasar y pensar, ha decidido seguir junto a su mujer, el ser al que más quiere. Pero descubre algo extraño en la casa: sus amigos no están y Paula se dejó la maleta. Al preguntar insistentemente a Ana por lo ocurrido descubre la única respuesta que tanto estaba temiendo. Paula yace bajo el jardín como pago al daño cometido, este es el precio del juego peligroso que todos han querido probar.
La obra nos habla de la frontera entre el juego y la realidad, cuánto estamos dispuestos a exponernos y a qué precio por llegar al límite y volver de él. Y nos habla de esa seguridad que creemos imperturbable y cómo podemos perderla y no volver a recuperarla nunca más; porque una vez que se pierde no se volverá a recuperar.
La representación está contada entre risas, en un lenguaje cercano de forma que nos parece estar disfrutando de la charla con unos amigos. Los dialogos son muy naturales todos los personajes hablan, gritan y se ríen a la vez, no guarda los tiempos normales de las obras. Esto hace que el diálogo esté especialmente conseguido.
El argumento empieza de forma muy cómica que poco a poco nos mete en una trama compleja. Nos sentimos molestos como testigo de lo que está ocurriendo, también complices y a veces condescendientes con ciertas reacciones. ¿Dónde está el límite?
Guau... ¡no había caído en los actores! ¡Son buenísimos! A mí me encanta Enma Suárez, puede ser muy ambigua cuando se lo propone y es muy inteligente.
ResponderEliminarHa debido de ser una obra muy entretenida. Se agradece que los diálogos sean realistas y que los actores hablen entre ellos como si tal, como en una charla de calle. La historia está bien narrada en la crítica y parece que cada giro argumental se produce para hacer pensar en cuál hubiera sido la mejor forma de afrontar esa situación.
Moderna, inquisitiva, con buenos actores y buen director. Me alegro de que hayas disfrutado porque lo más excitante de todo... está en la cabeza.