Harold Pinter pretende enfrentarnos a lo peor de nosotros con cada texto. Siendo niño vivió los horrores de la Segunda Guerra Mundial, esto le impactó e imprimió en su forma de escribir un sello único. En muchos casos sus obras rozan el absurdo como una explicación de nuestra historia reciente.
Una especie de Alaska es la historia de una joven que lleva treinta años postrada en una cama en estado vegetativo. Por fin despierta, pero no es consciente de lo ocurrido. Se siente la niña que era cuando su cuerpo se paralizó, sufrió un shock. Ahora no reconoce a la persona que se sienta junto a su cama, no entiende y no quiere entender los mensajes que éste le da sobre todo lo ocurrido. Todo ha cambiado, su familia ha sufrido durante estas décadas, mientras que ella no sabía nada de lo ocurrido. Sin embargo despertar le obliga a aceptar la verdad. Su médico, que se casó hace más de 20 años con su hermana pequeña, se convierte en el objetivo de su amor, un acto esperable en una niña de 15 años pero no en una mujer de 45. Deborah, que es como se llama la niña-mujer, escucha la versión que le cuentan su médico y su hermana, aceptando aquella que más le permita sobrevivir a esta realidad.
El Nuevo Orden Mundial es otro texto sobre el horror. Un hombre se encuentra detenido, sus captores, que se entiende que pertenecen a las fuerzas del orden, utilizan como recurso el acoso psicológico para hacerle hablar. No veremos violencia física sino verbal. El miedo y las amenazas son el instrumento usado, sus víctimas serán él y su familia. Pero estas amenazas nunca se concretan en ningún ataque real, porque saben que la mente de una persona puede inventar sus peores horrores, una especie de 1984 en teatro. Cuando uno de los captores grita de emoción porque dice "sentirse una persona pura", el otro le corrobora que con sus actos hacen el bien, trabajan para conseguir la ansiada democracia.
Estación Victoria será quizá uno de los textos más absurdos de Pinter. Llamar a Pinter absurdo es arriesgado ya que tras varios análisis de su obra siempre se encuentra un significado profundo y complejo. También de eso se trataba el teatro del absurdo.
En esta obra dos personajes se comunican por una emisora de radio. Uno es taxista, el otro es el agente que recibe los avisos de clientes en la central. El agente quiere localizar al #274, ya que sabe que está cerca del próximo encargo. Pero #274 no está dispuesto a dejar el lugar donde se encuentra, los alrededores de un parque oscuro. El agente se desespera al no conseguir ninguna señal del trabajador de que va a realizar su cometido, pero es que el taxista se siente feliz, relajado porque se ha enamorado de la clienta que está llevando en el taxi. La conversación cambia de registro y el agente parece haber modificado su tono de violento a irónico. Intenta convencer al taxista para que no se mueva del lugar en el que está parado porque quiere pasar allí, conocerle e invitarle a unas vacaciones juntos en Barbados. ¿es ironía o es que el agente ha descubierto el amor a través de los sentimientos del taxista hacia su clienta? Quizá su trabajo ha perdido todo el sentido al reconocer a una persona feliz y enamorada. El agente que actuaba como "Gran Hermano", ante la rebeldía de uno de sus hijos decide dejarlo todo y ser libre. Habrá que darle otra vuelta a esta corta pieza, con más fondo del esperado.
Las historias están magníficamente interpretadas por el equipo de cuatro actores. Eva Varela les dirige además de hacer un pequeño papel y aunque el equipo está estupendamente representado por sus actores, siempre se agradece verla en escena.
El escenario cuenta con el mínimo mobiliario necesario: una mesa, dos sillas y una cama. El cambio entre una y otra obra se realiza de forma realmente sencilla, sin artificios, lo que nos ayuda aún más a centrarnos únicamente en el magnífico texto.
Sobre las bolsas de papel que cubren las cabezas de algunos actores, no tengo ni idea. Supongo que la compañía ha decidido, después de varias actuaciones, eliminar este elemento de la actuación. En la representación a la que asistimos, pudimos ver las caras de todos los personajes.