viernes, 8 de noviembre de 2013

DIARIO DE UN LOCO

Si pienso en un autor ruso, elegiré como no, a Anton Chejov. De él he visto casi todo lo que ha pasado por los escenarios de Madrid. Pero en ocasiones suena otro gran dramaturgo del que casi todo lo representado tuvo buenas críticas: Nikolai Gogol. Alguna entrada de sus obras está colgada en este blog, como la de El Inspector.

El Matadero ha traído a escena un monólogo suyo, y han elegido a mi adorado José Luis García-Pérez para su representación.



El escenario es una gran jaula, donde todo nos recuerda el encierro, la falta de libertad. Cuando entramos a la sala encontramos que Aksenti Ivanovich ya nos espera en escena. Nos observa y nos sonríe encaramado a las alturas del escenario.

Aksenti viene a relatarnos su vida a modo de diario. Así nos hace participes de sus sueños, aspiraciones e infelicidades. Nos cuenta que ocupa un puesto de alto funcionario en la administración rusa. Se encarga entre otros temas, de preparar las plumas de escritura para el director de su empresa, una labor muy importante y por la cuál está muy bien valorado por éste. En cambio su jefe, que le tiene envidia, le humilla y maltrata constantemente. Pero de quien Aksenti busca la admiración es de Sophie, hija del director, a la que ama secretamente.



Una mañana Aksenti se topó con la joven que entraba a una tienda. Su perrito se quedó esperando en la puerta y él pudo asistir a uno de los hechos más insólitos de su vida: la conversación entre el perro de Sophie y otro de unas vecinas. Aquí empezamos a sospechar que algo en la cabeza de Aksenti no funciona bien del todo, aunque quién sabe cuál es la verdad, que es lo que no marcha bien.

Aksenti pretende averiguar algo más sobre esta extraña historia y consigue robar la correspondencia que han cruzado ambos perros. En las cartas la perrita de Sophie cuenta detalles de su dueña. En ellas descubre que Sophie le considera un payaso y está enamorada de otro hombre, con el que piensa casarse. Su dolor es máximo, no sólo porque pierde a la mujer que quiere, también porque con ella se va toda sueño de una vida mejor.
Y es que él desea pertenecer tanto como odia ese mundo que le está vetado: una buena posición, una vida acomodada, codearse con las altas esferas de la ciudad y ser correspondido por la mujer que ama.

Algo parece romperse en su cabeza, algo que ya estaba deteriorado. Su sueño de gran funcionario, su deseo de ser agasajado por el director, todo se tambalea bajo sus pies. En su locura ya evidente, encerrado en su casa, Aksenti ve la luz. En el periódico lee una noticia sobre España, en este país andan buscando a su rey. ¡Qué locura! Pero ya está todo claro, ¡él es el rey de España! Así que se sienta a esperar a la delegación que vendrá a buscarle. Pasan los días, meses y nadie aparece. Por fin, abandona su refugio y se dirige a su empresa a proclamar quién es. Allí su jefe le ridiculiza, pero Aksenti se mantiene frío y calmado ante sus ataques, como le corresponde a alguien de tan alto grado. Ahora que es rey de España podrá codearse con el director y su hija, estará por encima del prometido de la joven. Recuperará por fin la posición que le fue negada,¡será admirado!




Hasta su casa llega por fin la delegación que viene a llevarle hasta su trono. El viaje a España es bien corto y en poco tiempo se encuentra en un nuevo lugar que nada se parece a lo que esperaba. Allí sufre palizas, es encerrado en cuartos con rejas y no consigue ser tratado como quién es. Los hombres a su alrededor le aclaman y siguen pero huyen cuando la cosa se pone fea y al final es Aksenti el acaba recibiendo enormes palizas.

Él sólo quiere que le traten como le corresponde, pero es la ambición de los otros la que no le permite alcanzar sus sueños, la ambición que se manifiesta en un grano bajo la nariz, la que impide que Aksenti pueda ser feliz. L
a ambición de los poderosos es la misma de la que él también es víctima y no consigue superar. 


El diario de Aksenti es una triste historia sobre un hombre que quiere ser feliz accediendo a todo aquello que no pertenece a su clase. Sueña pero la realidad se mezcla con sus deseos y no es capaz de distinguir realidad y ficción, hasta que su locura acaba convirtiéndose en su perdición.



El escenario se llena con la voz de José Luis García-Pérez. No es una voz de galán ni de gran señor, al contrario, es tan rasgada que con él sentimos cada agravio y vivimos cada sueño como nuestro. Y sufrimos cuando le vemos padecer los ataques, todo por no aceptar quién es. 

El escenario se ilumina a través de jaulas ocupadas con pájaros de papel que dan una extraña sensación de agobio y lucidez al mismo tiempo. 

Su diario hace a la historia avanzar, los días y semanas pasan en un calendario a veces inventado, con el que se construye su capa de rey. Todo parece encajar en su mundo imaginado que choca con la ambición del exterior, con la realidad de los de fuera que se ríen de él. 

1 comentario:

  1. Ohh... la verdad es que el argumento me parece chulísimo. Y por las imágenes que he visto de la representación, la puesta en escena es también evocadora y original. Leyendo tu crítica, me hubiera gustado ir a verla.
    Esta vez te ha quedado un poco menos pulida que otras veces, como ya me comentaste. No pasa nada. Unas veces sale mejor y otras peor, lo importante es que sigas escribiendo y dejando tus impresiones. Sumando a esta pequeña enciclopedia que estás construyendo sobre el arte del teatro.

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