miércoles, 21 de octubre de 2020

EL CHICO DE LA ÚLTIMA FILA

Elegí la obra basándome en un único criterio: salía Alberto San Juan. Su voz, su cadencia, me hacen disfrutan infinitamente algunos de sus personajes y hoy quería probar suerte. 

Nos mandaron al techo del teatro, eso sí que era tocar el cielo! Últimas entradas a la venta cuando se cumplía una semana de su  estreno, no está mal tratándose de tiempos de pandemia.


La historia es original y tiene lecturas desde diferentes prismas, llena de detalles que la van complementando, pero que a veces resulta demasiado apabullante. 

La obra nos cuenta la extraña relación que se establece entre Germán, un profesor de lengua y literatura de bachillerato, y su alumno Claudio, que siempre ocupa la última fila del aula. En una redacción que el profesor solicita a la clase descubre que entre mucha mediocridad destaca el relato de este alumno. Esta diferenciación no solo se basa en la ortografía, puntuación o uso del lenguaje, también en la historia que éste cuenta. Claudio observa desde la última fila todo y a todos, los escruta...En su ejercicio narra como se las arregló para ir a la casa de un compañero de clase con el pretexto de explicarle matemáticas. Realmente llevaba meses queriendo entrar en esa vivienda. Una vez allí paseó por la casa y conoció a la madre del compañero, Ester, por la que sintió una cierta atracción. La redacción finaliza con un sugerente "continuará...". 


Germán  comparte el escrito con su mujer que ve un comportamiento reprochable en el alumno. Aunque el profesor no está de acuerdo, sigue sus consejos y recrimina a Claudio que responde desafiante a su profesor, comenzando un peligroso juego de consecuencias impredecibles. 

Cada nuevo ejercicio servirá a Claudio para contar un capítulo de esta extraña trama que se mueve entre la verdad y la imaginación y que cada vez le acerca más a la familia de Rafa. Pasará tardes de estudio, pachangas de baloncesto en el parque, cenas, noches.... y todo esto lo utilizará para compartir tiempo con Ester. Ella es una mujer materialista, acostumbrada a un marido simplón, sin grandes aspiraciones metafísicas y ella siempre se ha dejado llevar. Al descubrir a ese adolescente que le revuelve y muestra otro camino, ella se plantea abandonarlo todo. 



Para Claudio todo esto sigue siendo un juego, un ejercicio con el que desafiar a su profesor. Y Germán encuentra en su alumno una capacidad única para escribir, que él siempre quiso y nunca tuvo. Intenta exprimirle y sacar de él el mayor partido, enfrentándole cada vez a retos mayores, sin importarle la parte moral de lo que están haciendo. Con cada nuevo texto le provoca para que desarrolle los personajes, use puntos de vista, utilice el subtexto, lea a los clásicos, aprenda y plasme lo adquirido. 

El afán de Germán llega tan lejos que, quizá intentando intervenir en la historia, ridiculiza a Rafa (el compañero de estudios de Claudio) en mitad de la clase. Solo pone cordura su mujer Juana, que le pide constantemente que pare esa insana situación. 

Cuando llega el momento final de los escritos de Claudio, su profesor le pide que dé un golpe de efecto que impacte. Aprovechando que  Germán está dando clase, Claudio se presenta en la galería de arte de Juana, su mujer. Ésta rápidamente le identifica y entre ellos comienza una conversación que acabará en la casa de ella, dormida en el sofá. Él aprovechará para redactar un capítulo contando su encuentro y acabando con un nuevo "continuará...". Cuando Germán llega a casa y descubre lo ocurrido, enfurece y va a por su alumno. Desesperado le grita que no se acerque nunca más a su mujer. Éste desvela que desde el principio su plan fue conocer a ese profesor y a la mujer que era capaz de aguantarle, meterse en sus vidas, descubrir todos los secretos. Germán da un puñetazo a Claudio, y este firma aquí el fin de su historia. 


Junto a la trama general, surgen muchos temas, el dilema entre la moralidad y el morbo, el diferente punto de vista que adoptamos cuando somos víctimas o meros espectadores, la frontera entre realidad y ficción...

Por otro lado, la relación entre Germán y Juana muestra dos personalidades con puntos de vista que chocan. Él, profesor de literatura y escritor fallido, ella galerista malograda, ambos ningunean las profesiones del otro, proyectando su fracaso en la persona que más les quiere. Ella defiende el arte contemporáneo, él pretende que cierre la galería y monte una tienda. Nuevamente una relación insana como el resto que van reproduciendo. 

Como decía, el texto trata tantos temas que a veces es complicado centrarse y profundizar en la parte deshumanizada de cada personaje, cada relación. 


Por último, la representación, aunque es teatro puro, se complementa con unos momentos de danza, forma de expresión que Claudio adopta para hacernos llegar lo que siente cuando visita a su amigo y se perturba ante la presencia de Ester, con sud movimientos también muestra el papel que él juega dentro de la familia de Rafa, introduciéndose en cada rincón de sus vidas.

Obra interesante, para analizar con más detenimiento, como muchas de las creaciones de Mayorga. 



viernes, 2 de octubre de 2020

AS ONE

Yo no elegí la obra, extraño en mí porque no suelo delegar esa tarea en casi nadie. Pero las circunstancias eran diferentes hoy. Se trataba de una ópera escrita y dirigida por la amiga de unos conocidos que cada vez están más presentes. 

 En sí una lectura rápida de su sinopsis ya dejaría a mucha gente fuera de juego, suerte que hemos venido a eso, a jugar. 

Como decía y repito, la obra es una ópera, ciertamente moderna. Todo el texto es cantado en inglés, así que la traducción sobre la pared es una ayuda vital. Y si sigo afinando, diré que su mayor peculiaridad es que es una ópera trans. Sí, está bien escrito.  

La historia que vamos a presenciar es la de una chica que nace en un cuerpo de chico, asistiremos a su lucha para aprender a ser feliz. Para ello deberá enfrentarse a su entorno, amigos, profesores, familia, desconocidos, y cuando consiga vencerlos a todos aún le quedará la peor batalla, la que tendrá que enfrentarle contra ella misma. 

La acción está cantada en primera persona, sin diálogos, todo es explicado por el / la protagonista que será representado por dos personajes, tal y como ella lo vive en su cabeza. Esa dualidad le acompañará gran parte de su vida, la del hombre que es lo que le arroja el cuerpo en el que nació y la de la mujer, que es lo que realmente siente ser. 

Desde muy pequeña, cuando repartía periódicos yendo en su bicicleta, se vestía con una camisa de mujer robada a su vecina. Esta prenda le daba la libertad. Cuando acababa su trabajo la escondía como un delito del que hay que borrar las pruebas. 

En el colegio sus profesores le recriminaban la forma de escribir con curvas, en lugar de tener una letra áspera y ruda, como le correspondía. La separación de las aulas por sexos, la educación clásica y conservadora donde sólo existían dos géneros sin posibilidad de cambio... Allí se rebeló contra las enseñanzas basadas en el libro "no soy una isla", que explica que todos debemos encajar en la sociedad que nos imponen, pertenecer a ella, luchar por ella. Ella no encajaba con nada de lo que veía alrededor. Pero a su vez se convertiría en el modelo de chico ideal, buen estudiante, deportista, admirado por todos, intentando así paliar toda su soledad y falta de aceptación.

Por fin descubre que lo que le pasa tiene un nombre, y con mucho miedo se dirige a la biblioteca. Allí investiga, lee a escondidas y así comienza su liberación.

Años después la encontraremos lejos de allí, en un lugar donde su vida cabalgará entre dos ciudades unidas por un puente. En una de ellas será el hombre esperado, en la otra se transformará en mujer que quiere ser. 

Hannah ya ha descubierto lo que quiere y comienza su transformación. Pero evitando el rechazo de los suyos, prefiere no mostrarse delante de su familia y no compartirá las vacaciones de Navidad con ellos. Siente dolor y pena porque aún no es capaz de exponerles quién de verdad es. 

En su viaje interior hacia su verdad, descubrirá por primera vez en su vida lo que es conectar con alguien, conocer a una persona con la que toda conversación y sensación es grata. No hace falta llegar a más.

A la vez que alegrías también descubrirá el rechazo, el odio y la violencia cuando un desconocido le amenaza y pega. Entonces comprobará que, igual que en su camino de transformación, en el rechazo tampoco está sola. Muchas personas trans han sido amenazas, golpeadas y asesinadas. 



Decide huir, aislarse del mundo, convertirse en la isla que tanto defendió. Se irá a una vieja cabaña en Noruega buscando la felicidad y esperando una señal en forma de aurora boreal. Los días le devuelven su reflejo, un ser que no sabe enfrentarse y coger las riendas de su vida, que se hunde, que no lucha. La naturaleza le avisa, la forma de vivir es ser feliz. Ese día dejará de ser un hombre, una mujer, lo que los demás quieren, lo que esperan de él... y pasará a ser lo que él quiera, único, feliz. Y ese día será capaz de escribir cartas a todas las personas importantes en su vida, con una letra llena de curvas y florituras, sintiéndose libre. 

La historia que nos cuenta es interesante, especialmente porque es una forma de llegar a mínimamente entender el calvario por el que pasan las personas trans. En algunos momentos, sobre todo al principio, la opera crea muy buenas expectativas, 3 violines y un violonchelo, un barítono y una mezzo cantando a dúo. Pero la forma de contar la obra, toda en primera persona, la rigidez en sí de una ópera, poca gesticulación y fluidez... hacen que la representación no luzca tanto. 

Es muy original cómo se muestran ambos personajes. Al principio la mujer que Hannah lleva dentro está escondida, encerrada. Su protagonismo es mínimo cuando es joven. Con los años ella irá cogiendo fuerza hasta conseguir esconder y anular al hombre el que al final quede prisionero

En conjunto interesante y diferente.




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