jueves, 8 de noviembre de 2012

IVAN-OFF

Ha llovido desde mi última función, allá por julio. Muchos han sido los acontecimientos vividos desde entonces.Hoy asisto a una obra muy diferente de las que suelo frecuentar. Este tipo de teatro está surgiendo recientemente, pequeñas salas representan nuevas obras de autores jovenes o adaptaciones alternativas, y donde el publico asistente es muy escaso.
La idea me gusta, una actuación muy personal para ser disfrutada por unos pocos de afortunados.

Desde el primer momento se observan diferencias. Entramos a un piso que recrea el ambiente de los años 50: paredes empapeladas, lámparas de araña, muebles rococó, una ornacina con una virgen dentro, cuadros de pavo real o perros humanoides o la misma duquesa de alba.

Entramos a una sala y nos situamos en un banco continuo que recorre las cuatro paredes. En el centro un actor nos mira fijamente esperando su momento. A partir de aquí comienza la historia de Ivan-off.

Ivan es un hombre desgraciado, infeliz, amargado. Se casó hace cinco años pero poco después dejó de querer a su mujer y ahora se siente atrapado en una vida que no le llena. Sin embargo ella le ama más que nunca y por culpa del rechazo que sufre, vive enferma. Pero ni esta culpabilidad puede hacer que en Ivan surgan sentimientos de cariño. Además sus negocios empeoran y le llevan a la ruina. Debe dinero a una importante familia de la región a la que visita cada día aparentando ante su mujer que se siente obligado por los favores recibidos. En realidad es su única válvula de escape, que tampoco le hace feliz porque Ivan dejó de sentir ilusión. Ese mismo hastío le hace ser cruel con todos, especialmente con su esposa.

En la casa de sus protectores los sentimientos hacia Ivan son bien diversos. Mientras que la señora reclama el pago de la deuda, el marido se desahoga con él y a la vez hace de mensajero de su mujer, es un pelele en sus manos. La hija es la joya de la corona, un ser dulce e inocente que conoce la triste vida del joven y pretende salvarle de su amargura. Le declara su amor y él ve en ella una tabla de salvación, igual a otras anteriores. La mujer de Ivan descubre la relación extramatrimonial y su enfermedad se agrava. Su médico es se autodenomina como un ser "honrado", que siente asco ante la crueldad humana. Pero acusa a los personajes creyéndose con autoridad para ello, cuando lo que así consigue es convertirse en el ser más despreciable. Castiga continuamente a Ivan con sus palabras con el único fin de sentirse superior.

Cada personaje se ve encerrado en una vida que no le llena y sin salida posible, deseando lo que el tiene. Su felicidad depende de los otros y éstos,seres crueles, nunca se la concederán. Y con esta tesitura la historia no podrá acabar bien. La esposa acaba falleciendo e Ivan parece que rehará su vida con la hija de sus acreedores, la familia adinerada. Pero poco antes de que se celebre la boda, él acabará siendo consciente de que perdió completamente la ilusión por ser feliz, la alegría de vivir y lo único que provocará es la desdicha de su joven prometida. Antes de arrastrar a más personas a su infierno, el día de su boda se presenta en casa de la novia y tras expresar su reflexión hace lo único que le devuelve la dignidad: pegarse un tiro.

Lo más interesante de la obra es cómo ésta se desarrolla. Está estructurada en cuatro actos y cada uno de ellos transcurre en una sala distinta. Al finalizar un acto, un personaje nos invita a pasar a la siguiente sala, nos introduce en la obra, nos invita a la fiesta del salón contiguo, nos reune en otro lugar para contarnos un secreto...

El único aspecto negativo se centra en la adaptación del texto. La obra original se llama Ivanov, del gran Anton Chejov. Pocas adaptaciones son necesarias en una pieza de este autor. Pero entre todos los posibles cambios, intentar meter con calzador conflictos actuales no producen un buen resultado. Al final nos perdemos en un texto clásico con toques modernos que a ratos chirrían.

Lástima porque todo apuntaba a que la tarde de teatro podía salir redonda.


1 comentario:

  1. Oeeee oeeeee ¡¡otra crítica de teatro!! ¡¡Viva!!

    Como esta vez ya me conocía la historia no tiene tanta frescura. Pero me ha alegrado mucho volver al blog y ver cómo las obras se van acumulando en tu historial.

    Un besazo

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