Aunque el texto era éste, la obra vista hoy se presentaba con otro nombre: Los Niños se han Dormido. No es la primera vez que esto sucede, que La Gaviota es anunciada con otro título. Dicen los directores que representar La Gaviota es tan complejo que es pretencioso suponer que se pueda hacer. Por eso se acercan a ella con adaptaciones en torno a su obra.
Esa complejidad de la que hablan se percibe en los personajes, Chejov nos los describe en todas sus facetas, les conocemos, llegamos a intuir lo que piensan y en este análisis descubrimos al ser humano.
El contexto de las obras de madurez de Chejov es siempre parecido: la escena transcurre en una lujosa casa de la época de los zares, en una zona rural de la Rusia de principios del s. XX. Los personajes reflejan los diferentes estamentos sociales: señores y criados.
En este palacete tendrá lugar hoy una representación teatral. El hijo de la señora, Konstantin, ha adaptado una obra que interpretará su alegre novia, Nina. El joven está expectante por conocer la opinión de su madre, la famosa actriz Irina. Además pretende recuperar así la admiración de ésta por él, que perdió en favor de su novio, un famoso crítico y escritor, Boris Trigorin. Boris es un autor famoso, ha triunfado y vive cómodamente, y es encantador, especialmente con las mujeres. A la actuación también asistirán los sirvientes de la casa, el hermano de Irina y su médico, amigo de la familia.
El estreno será un desastre porque la madre ridiculizará a su hijo, dejándole en evidencia ante todos. Irina siempre pretende quedar por encima del resto y un hijo escritor es un desafío a su profesión de actriz. Además la obra que Konstantin eligió era Hamlet, con lo que el papel de Ofelia quedaba "demasiado grande a esa niña". Elegir Hamlet no fue un capricho de Konstantin sino un intento de hacer ver a Irina lo que está pasando en su propia familia.
Pero esta confrontación no es la única que veremos. A través de los diálogos se muestran las distintas relaciones entre los personajes, todos desean aquello inalcanzable y rechazan lo cercano y asequible con desprecio. Con esto sólo consiguen sentirse desgraciados y convertir en infelices a aquellos que les quieren. Nasha, la hija del ama de llaves, ama desesperadamente al joven Konstantin que la rechaza. Sin embargo desprecia al maestro, un chico soñador que la haría feliz. El ama de llaves desea al médico y le declara su amor delante de su propio marido en un acto de desprecio hacia éste. Los comportamientos se repiten y pasan de una generación a otra, las sirvientas, madre e hija, tienen que aceptar a un hombre que no aman para acceder a una vida mejor.
Todos los seres viven y sufren en una especie de equilibrio inestable que es roto por un acontecimiento: Boris, el crítico, y la joven Nina se enamoran. El dilema está servido, dejarse llevar por el amor o renunciar a éste y vivir en la comodidad del día a día. Boris es débil y es arrastrado por Irina, pero la juventud e ingenuidad de Nina consiguen que él vuelva a ella.
Vivirán un romance con trágico final cuando ella pierde al bebé nacido de su amor y con éste, la fuerza para actuar. Boris acaba abandonándola y vuelve con Irina.
Pasan los meses y la familia vuelve a reencontrarse tras tantos acontecimientos. Pese a las demostraciones de alegría, todos siguen escondiendo sus desdichas y vergüenzas. Quizá porque no pueden guardarlo dentro más tiempo o porque piensan que tienen derecho a ser felices, acaba llegando el momento en que confiesan su verdad. Pero con esto lo único que consiguen es volver a enfrentarse a su soledad sintiéndose más ridículos que antes. Otros, los cobardes, se ocultan tras una máscara.
De entre todos ellos sólo Konstantin muestra su tormento, ha triunfado como escritor pero perdió el amor de Nina y no es capaz de soportar este mundo falso.
Y en esa gran noche de reencuentros Nina aparece en la casa. Se fue siendo una niña y ahora es una mujer, ha sufrido y ha entendido que la vida consiste en aceptar el dolor que te toca vivir. Desvaría, se llama a ella misma Gaviota, como esa gaviota que Konstantin mató "por hacer algo", cuando empezó el fin de su juventud. Esa gaviota muerta era ahora ella.
Y cuando Konstantin le confiesa que la sigue amando, aparece Boris, el crítico, que ignora por completo su presencia. Ella no puede sentir más dolor al verse rechazada por el hombre que sigue amando y sólo le queda huir y aceptar su cruel destino de soledad.
Igualmente Konstantin entiende que ese mundo en el que no encaja no es para él. Perdió la última esperanza de ser feliz y decide acabar con su vida, mientras los demás ríen y festejan su infelicidad.
Pasan los meses y la familia vuelve a reencontrarse tras tantos acontecimientos. Pese a las demostraciones de alegría, todos siguen escondiendo sus desdichas y vergüenzas. Quizá porque no pueden guardarlo dentro más tiempo o porque piensan que tienen derecho a ser felices, acaba llegando el momento en que confiesan su verdad. Pero con esto lo único que consiguen es volver a enfrentarse a su soledad sintiéndose más ridículos que antes. Otros, los cobardes, se ocultan tras una máscara.
De entre todos ellos sólo Konstantin muestra su tormento, ha triunfado como escritor pero perdió el amor de Nina y no es capaz de soportar este mundo falso.
Y en esa gran noche de reencuentros Nina aparece en la casa. Se fue siendo una niña y ahora es una mujer, ha sufrido y ha entendido que la vida consiste en aceptar el dolor que te toca vivir. Desvaría, se llama a ella misma Gaviota, como esa gaviota que Konstantin mató "por hacer algo", cuando empezó el fin de su juventud. Esa gaviota muerta era ahora ella.
Y cuando Konstantin le confiesa que la sigue amando, aparece Boris, el crítico, que ignora por completo su presencia. Ella no puede sentir más dolor al verse rechazada por el hombre que sigue amando y sólo le queda huir y aceptar su cruel destino de soledad.
Igualmente Konstantin entiende que ese mundo en el que no encaja no es para él. Perdió la última esperanza de ser feliz y decide acabar con su vida, mientras los demás ríen y festejan su infelicidad.
Esta historia está completada con todos los personajes que rodean a la familia, de cada uno entendemos sus sentimientos y nos preguntamos cómo han podido llegar a ser tan infelices. Esta es la magia del teatro intemporal de Chejov, ya sea en la estepa rusa o en el s. XXI.
Desde fuera parece muy distinto. Lo que leo no me llama mucho la atención; sí, entiendo que los personajes tienen profundidad, entiendo que Chejov no se queda en lo sencillo, entiendo el conflicto. Pero la historia, desde fuera, me parece enredada y confusa, el tema poco apasionante.
ResponderEliminarY sin embargo ¿no es esa la magia del teatro? ¿No es esa la razón por la que hay que verlo para entenderlo? En el teatro los actores, cuando lo hacen bien, transmiten más que las simples palabras. Y por eso muchos directores se confunden cuando intentan explicar lo que no es posible explicar más que con suma maestría, porque el teatro se vive en la piel, en esa cuarta pared en la que tú estabas sentada disfrutando.
Me gustan tus crónicas y cuando las leo te veo allí sentada, en la oscuridad, absorbiendo las palabras, los gestos, las miradas. Me alegro de que volvieras a encontrar una obra con la que disfrutar.
A propósito ¿dónde están los niños que se han dormido?
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ResponderEliminarí, es verdad. Disfruté mucho. Es verdad que es enrevesada y dificil de contar, mucho más dificil que verla.
ResponderEliminarSobre los niños que se han dormido, éstos son los jovenes, Nina y Konstantin. La ingenuidad y alegría desaparece con el paso del tiempo, se duerme.