miércoles, 8 de febrero de 2012

ELLING

Entro a la sala y sufro una especie de déjà-vu (pero sin que actúe el subconsciente), un escenario simple, dos camas y dos actores masculinos, ¿esto es El Montaplatos? Pero a los tres segundos del comienzo compruebo que no. Lo primero que vemos es un orgasmo. Simpático comienzo. Para más inri, no es el único que vemos, y lo mejor de todo es que no desentonan, diría que hasta quedan bien, y es que la enfermedad de uno de los personajes es una obsesión desmedida por las mujeres y por follar. Eso sí, nunca ha estado con mujer alguna. El otro también está enfermo pero tardamos más en ver cuál es su padecimiento, pasa más desapercibido, éste es un hombre culto, sabe expresarse y reprimir sus sentimientos.

Ambos se acaban de conocer, Kjell llevaba tiempo en el manicomio y Elling acaba de llegar. A Elling le encanta apuntar en su libretita lo que piensa de todos, entre otras lindezas, llama "orangután" a su compañero. Se entienden a su manera, se aceptan. Ellling inventa historias para Kjell, cuántas más mujeres aparezcan, más interesantes serán.

Tras dos años compartiendo habitación, les es concedido un piso tutelado, el mayor deseo que podrían tener.  Y ahí comienzan los auténticos problemas, cuando se tienen que enfrentar al día a día, a toda esa cotidianeidad que para ellos es tan difícil. Y aquí vemos que Elling no superó la muerte de su madre, sigue viviendo bajo sus faldas, espera que ella siga protegiéndole y facilitando su mundo. No es capaz de poner un pie en la calle. Su tutor ve pocas esperanzas en que esto triunfe, pero se merecen esta oportunidad.

Así, con muchos problemas y pequeños avances, uno y otro van consiguiendo superar miedos, aceptarse, adaptarse a la sociedad civilizada. Y con gran esfuerzo Kjell aprende a refrenarse, conoce a una mujer que le quiere y Elling encuentra un amigo y con éste, su pasión, escribir poesía.

Kjell es sincero, directo, no se reserva nada, no tiene maldad y quiere compartir su tiempo con su chica y su amigo. Elling es celoso, inteligente y vive rodeado de miedos e inseguridad, siente que esa mujer le distancia de su mejor amigo. Pero la sencillez de su amigo le demuestra que el sitio que él ocupa, el de “mejor amigo” nunca podrá ser usurpado por nadie. Kjell seguirá escuchando las historias inventadas por su amigo, ya sabiendo que es todo falso, sólo por disfrutar de esos momentos irrepetibles en que los dos están juntos.

La historia es bonita, está llena de luz y positivismo, una historia de superación, de problemas y lucha que al final son vencidas con apoyo y empeño. Además los diálogos están llenos de momentos cómicos, que en ningún caso son soeces. Bromas divertidas que aumentan el cariño que se siente por los personajes.

La obra dura 2 horas y sólo en un corto momento se me hizo pesado algún diálogo, el resto estaba ocupado con risas y sonrisas. Si comparo lo que esperaba ver con lo que finalmente me encontré, diría que la obra me sorprendió gratamente. En lugar de tender a una representación conservadora llena de diálogos estáticos, han optado por arriesgar, moverse, expresar, no ocultar nada, cualquier recurso es bueno para transmitir al público.

También me sorprendió que actores de esta talla estén representando en un teatro de no mucho caché, una obra como ésta, haciéndose pasar por locos,  prestándose a todo, hasta llegar a  intercambiarse los calzoncillos en escena.

Sobre los actores, los dos son geniales. Javier Gutierrez  es divertidísimo, ¿de verdad no está loco? Y Carmelo Gómez con su papel más comedido, serio o antipático, consigue que acabemos adorándole y queriendo apoyarle en todo lo que quiera emprender.

1 comentario:

  1. Oh... qué obra más bonita! Me ha gustado mucho la crítica. Me hace sentir ganas de estar allí viendo la obra. Creo además que esa manera tan brusca de empezar también acerca a los personajes, y por eso se pueden sentir tan cercanos. Un poco como los ejercicios que se hacen durante los cursos de masajes, para que los participantes pierdan el reparo a tocarse y a acercarse.

    Muy bonito, me alegro de que te haya gustado.

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