domingo, 5 de febrero de 2012

NOCHES BLANCAS

Parece ser que cierran el Teatro de Cámara de Chejov. Les han quitado las subvenciones de un plumazo y ya las cuentas no les salen. El teatro de Cámara de Chejov es el sueño hecho realidad de Ángel Gutiérrez, un niño de la guerra que se crió en Rusia entre todos los grandes escritores, y cuando volvió, después de la dictadura, quiso compartir todo lo que había visto y aprendido con la gente que amaba el teatro.


Parece que ésta es la última obra que van a representar, Noches Blancas. Es verdad que no he aprovechado este teatro mucho, pero la primera experiencia que tuvimos allí no fue muy grata y nos marcó. Quizá se habían merecido este ostracismo, pero también se merecían esa segunda oportunidad. Por eso he querido pasarme por allí y apoyar el trabajo que hacen de la única forma que puedo.


Noches Blancas cuenta una historia de amor y desamor en el ambiente de Rusia de principios del s. XX. En algunos aspectos podría tratarse de una obra de Chejov, aunque los textos de éste último suelen mezclar más tipos de personajes, reflejar la situación social en su conjunto y también suelen ser algo más cómicos.
Con Dostoyevski nos quedamos en un paso anterior, escudriñamos más a fondo los sentimientos y la historia que nos acompaña y trae aquí. Sólo dos personajes, dos actores jóvenes, que por suerte no eran conocidos de la anterior visita a este teatro, nos lo cuentan todo noche tras noche.


El encuentro entre una alegre chica y un joven señor le llena de vida a él. Él es tímido y nunca tuvo trato con mujeres pero entabla una amistad que por su parte se convierte en amor. Este sentimiento le lleva a ayudarla en todo lo que pueda, a pesar de que esto le cause mucho daño. Ella vive junto a su abuela que la tiene atada corto, por eso los ratos de charla con el señor son de gran felicidad. Pero ama a otro hombre, al que se declaró, pero él se fue prometiendo que volvería a por ella. Ella no tiene ojos para nadie más, pero este hombre tan bueno le hace a veces dudar, sabe que con él sería tan feliz. Pero el amor es incontrolable y truhán. Cuando ella acepta que su amado no aparecerá, promete al joven señor quererle para siempre y cumplir sus sueños. Pero esta ilusión dura lo mismo que un soplo, aparece el caballero amado y ella olvida lo dicho y corre hacia él. No  puede negarse, no es consciente de lo que pierde o gana, porque ya no hay nadie más que el hombre al que quiere.


La obra es sencilla, tanto personajes como decorados o vestuario, realmente sólo se compone de un texto que nos transmite mucho más de lo que tiene escrito, lo que lleva implícito, lo que no se dice aunque está ahí.
Vamos viviendo noches con ellos, noches de ilusión, amistad, desengaño, aceptación y resignación. Vamos conociéndoles con cada día que pasa, vemos sus debilidades, y entendemos que no se les puede juzgar por lo que hacen, hay que entender en lo que se han convertido, lo que han vivido hasta llegar ahí.


1 comentario:

  1. La obra parece interesante; a mí en particular me parece más interesante que las de Chejov en general. Espero que disfrutaras, y no sufras por el teatro. Los actores serán contratados en otras compañías y los autores rusos seguirán viniendo a visitarnos. Y quién sabe si más adelante vuelve a abrir, ¿por qué no?

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