Deseé ver esta obra hace más de un año, compré su entrada con tres meses de antelación, y pasados cinco meses comienzo a escribir la crítica. Es una obra que está destinada para durar en el tiempo, al menos en el mío. Parece que no me quiera desprender de ella o que ella no está dispuesta a soltarme.
La repusieron en septiembre después de un gran éxito en primavera en el que, meses antes de que se fuera de gira, agotó sus entradas para todos los pases. Todo apuntaba a que se trataba de una gran obra.
Pero esta odisea no acaba aquí, el teatro aumentó su aforo los pocos días antes de reestrenarse, permitiéndonos invitar a más personas a compartir la obra. Todo esto nos llevó al pequeño milagro de estar en el Valle Inclán un pandémico 23 de septiembre.
Comienza la obra, estamos en un antiguo bar protegido y cerrado con cancelas que me traen tantos recuerdos. Una chica habla con el dueño, un viejo conocido de la familia. Ella está escribiendo un guion sobre la vida de su padre, del que acaba de conocer un pasado inesperado. Sin embargo el hombre que tiene frente a ella vivió y sabe de toda la historia de aventuras, imprevistos y sufrimientos que él pasó hasta llegar a esa situación acomodada.
Parece ser que a principios de los años sesenta del pasado siglo la Iglesia promovió una pequeña revolución de consecuencias históricas, al facilitar los procedimientos que concedían la dispensa a aquellos sacerdotes que querían dejar de serlo. Miles de sacerdotes por unas causas o por otras, se acogieron en el mundo y en España a esta novedad promovida por Juan XXIII y Pablo VI. Entre ellos se encontraba nuestro protagonista.
A partir de aquí la obra cuenta la historia de Jorge Arizmendi, un cura navarro que en 1963, con treinta y tres años, decide cambiar de vida, dejar el sacerdocio, y viajar a Estados Unidos para aprender inglés y marketing.
El lugar en el que aterriza se llama Orange, en el estado de Tejas. Allí una congregación de padres escolapios le ayuda a encontrar trabajo como vendedor de aspiradoras. Uno de los lugares que visita es un rancho en el que vive un matrimonio que había sufrido recientemente el fallecimiento de un hijo. Aquel era físicamente igual que Jorge, hasta el punto de que los rancheros al verle creen estar viendo a su hijo, y le hacen la siguiente propuesta: “Si te quedas a vivir con nosotros, cuando muramos, este rancho será tuyo”.
Jorge vivirá las más increíbles aventuras y desventuras en su estancia en Estados Unidos, conocerá a personajes de gran renombre de la época como Martin Luther King, se encontrará con mujeres desinhibidas que le abrirán los ojos a un nuevo mundo, encontrará el amor en una española que conoció en San Francisco...
Para formalizar su situación deciden volver a la España de Franco pero se encuentra con dos desagradables circunstancias que le complican mucho la vida: ella se queda embarazada y él no ha recibido la dispensa papal que le permite contraer matrimonio.
Además en este país encuentran un régimen opresor gobernado por un dictador desfasado que se aprovecha de su posición y su pueblo para mantenerse en el poder. Así que además son juzgados y condenados por médicos y familia por su situación de embarazados sin estar casados.
Jorge se arma de valor y decide presentarse en el Vaticano para exigir la dispensa prometida. Allí se encontrará a su antiguo superior que le echará una mano para conseguirlo. Pero tendrán que pagar un precio bastante caro, amenazas, chantaje y hasta un posible asesinato que no acaban de esclarecernos. Aquí pocos estamentos clásicos salen bien parados, algo bastante correcto sabiendo lo que sabemos.
La vida de Jorge consigue asentarse y casi pasar página, dejando atrás todos aquellos sufrimientos que en el fondo le ayudaron a recuperar su dignidad.
La obra es una auténtica delicia, contada de forma ágil, divertida y con una historia detrás que nos cautiva. Su escenario versátil nos permite viajar por todo el mundo y en todas las épocas. Sus actores nos enamoran.
Su autor, Alfredo Sanzol, declaró que "no he contado la realidad tal y como fue. Puede que la realidad siempre supere a la ficción, pero la ficción hace que la realidad tenga significado, y para dar significado me he apoyado en las historias de viajes y aventuras que contaba mi padre, y a partir de ellas he creado la vida de Jorge Arizmendi.
De todas maneras, para no abrir conjeturas y comentarios sobre los sucesos ciertos en los que me he basado y aquellos que me he inventado, diré que: es cierto el viaje a Orange, Tejas. Es inventado que conociera a Martin Luther King. Es cierta la historia de los rancheros. Es inventado que conociera a mi madre en San Francisco. Es cierto San Martín de Unx. Es inventado que mi madre se quedara embarazada antes de casarse. Es inventado el viaje a Roma. Es inventada la escena con el obispo. Es inventado Patxi Elizondo. Es inventado que perdiera la virginidad con Margaret Miller… En fin, como se puede ver la realidad ofrece oportunidades para el desarrollo de historias pero no las pone en bandeja".
La historia de Jorge Arizmendi es una historia de crecimiento y transformación personal que simboliza la historia de crecimiento y transformación personal de toda una sociedad.
jueves, 23 de septiembre de 2021
EL BAR QUE SE TRAGÓ A TODOS LOS ESPAÑOLES
miércoles, 16 de junio de 2021
EL HOMBRE ALMOHADA
Espeluznante. Podría usar adjetivos más acordes a la tremenda calidad de la representación, pero creo que este calificativo encaja más aquí que en ninguna otra obra que haya visto.
Llegó a mí de una forma poco habitual: la vi en un anuncio de instagram, y ya con los dos primeros segundos del video supe que quería estar sentada en su butaca. Saqué las entradas con varias semanas de antelación confiando en que nada se cruzara en el camino. Allí nos presentamos el día acordado, con temporal de verano, a tiempo para disfrutar.
La primera impresión, esa que nos espera cuando se levanta el telón, esa ya nos dejó pegados a la silla, expectantes. Con el paso de las escenas y los minutos la sensación se convirtió en una opresión en el pecho, una falta de aire, un dolor agudo. Y no es para menos, porque este teatro se inscribe dentro de la corriente "in-yer-face" (en tu cara), heredera del teatro de la crueldad, obras incómodas que exponen crudamente la violencia, la realidad más desagradable del ser humano.
Comencemos. En un espacio algo sórdido una mujer con los ojos tapados espera sentada en una silla. Mientras, dos policías se mofan de ella, le hablan con cierto desprecio y ella, asustada, solo puede aceptar las bromas y humillaciones e intentar colaborar.
Ella es Katurian, una mujer que trabaja limpiando en el matadero y en su tiempo libre se dedica a escribir relatos. No sabe cuál es el motivo de que la mantengan retenida aunque ve que a la sala han traído junto con ella sus carpetas de cuentos. Tan pronto como el informal interrogatorio empieza, ella es atacada verbalmente y en algún caso también físicamente. Cualquier comentario que hace sirve para que los policías den la vuelta a sus palabras y busquen interpretaciones que la inculpen. Katurian comprende que algo relacionado con sus relatos es lo que la mantiene allí. Estos suelen tener elementos en común: niños maltratados, historias trágicas, finales horribles, pero ella no se centra en esas similitudes ya que sus relatos son su vida pero no son su autobiografía y, como ella dice, las historias evolucionan por caminos distintos para finalmente contar lo que quieren expresar.
Los policías analizan sus cuentos buscando alguna pista. Repasan personajes, piden que la escritora explique cómo llegó a escribir esas historias tan dantescas. Solo uno de sus relatos contiene parte de su vida, aquel llamado “la escritora y su hermano”.
Una niña pequeña escribía historias dulces y extraordinarias hasta que cumple 7 años, día en que en una habitación de su casa unos ruidos comienzan a atormentarla. Gritos y golpes transforman sus cuentos dulces en horrores, pero de una genialidad magnífica. A los 12 años la niña entra en la habitación de la que surgen los ruidos y descubre que sus padres han hecho un experimentado con ella produciendo estos sonidos atronadores y viendo cómo influían en su estilo y en su obra. La niña gana premios de escritura y agradece a sus padres el esfuerzo. Años después la niña ya convertida en una mujer famosa por sus obras, vuelve a la casa y encuentra el cadáver de su hermano muerto en la habitación. Lo entierra y nunca vuelve a hablar de ello. El experimento ha sido un éxito.
La historia real que hay detrás del relato es recordada seguidamente por Katurian: en la habitación contigua sus padres torturaban a su hermano que llevaba 5 años encerrado. Katurian tiene 12 años. Esa misma noche la niña pondrá una almohada sobre la cabeza de sus padres y les asfixiará y liberará a su hermano, el cual ha sufrido daños irreversibles en su cerebro.
De repente el interrogatorio gira hacia preguntas sobre tres niños asesinados, tema del que la escritora solo tiene noticias por la prensa. Las dos primeras muertes sucedieron con bastante similitud a dos relatos de la escritora: la primera niña, que era maltratada por su padre, le mata accidentalmente, pero ésta después se traga un objeto lleno de cuchillas y se desangra; un niño sufre la amputación de todas las yemas de sus dedos de un pie, lo que acaba produciéndole la muerte. El relato en que se describe esa amputación era el origen del cuento de Hamelin, ese niño sobrevive y será el que salvará al pueblo de la plaga de ratas y de la desaparición del resto de niños, al no poder seguirles por su cojera. Sin embargo el niño en la vida real murió.
Katurian explica que ella no es culpable de lo ocurrido, sus relatos no son una incitación a cometer asesinatos. Sin embargo los policías creen que va más allá, que ella y su hermano retrasado son los autores de las muertes. En este momento la mujer aumenta su nerviosismo y miedos al descubrir que su hermano, con una dificultad para entender, también está considerado sospechoso. El policía la asusta diciendo que va a buscarle e instantes después le asegura que está siendo interrogado en la sala contigua y si no confiesa será torturado. Katurian suplica que le dejen, el chico es un joven con una percepción diferente de la realidad y teme que le hagan mucho daño. Para que le permitan estar con él, ella les amenaza con no volver a hablar hasta que no le vea, aunque sea torturada.
El hermano en la sala contigua escucha en total calma a su hermana gritar debido a las torturas. Finalmente dejan a Katurian estar con Michal, le abraza feliz por verle bien y comprueba que lo dicho por el policía es falso, su hermano no ha sido torturado. Katurian le pregunta qué ha contado y él dice que lo que querían escuchar, para evitar que le pegaran. Ha confesado los asesinatos. La hermana se desespera, sufre porque sabe que eso significa su ejecución. Le pregunta si éste ha hecho algo a los niños y él dice que no. Pero instantes después, como por descuido, confiesa a su hermana que los niños murieron de forma diferente a como estaba previsto en los cuentos. En ese momento su hermana se siente desencajada, le grita, le increpa! Pero Michal es retrasado y no ha sido capaz de distinguir la realidad de la ficción. Él insiste en que ambos juntos han cometido los asesinatos, según su percepción, recreando las magníficas historias. Ella huye de esas palabras, le llama asesino, se siente abatida por lo ocurrido, pero quiere tanto a sus cuentos que no se arrepiente de ellos. Michal va a ser ejecutado por los asesinatos esa misma noche y también va a arrastrar a Katurian a la muerte a pesar de que ella solo es culpable de las palabras, a sus ojos no ha hecho nada incorrecto. ¿Pero eso es correcto? ¿Se puede ser culpable solo con las palabras? ¿O se es inocente sean cuales sean las ideas si no llevan actos detrás?
Michal quiere el reconocimiento de su hermana, en el fondo él solo pretendía revivir lo que ella tanto necesitaba contar. Él le pide un cuento, ese que tanto le gusta, el del hombre almohada.
Él fue un hombre con una vida horrible que tiene como misión reconocer a todos los adultos con vidas desgraciadas, ir hasta su infancia, al momento en que todo se torció y convencerles para que se suiciden. Y para no dejar a sus familias desamparadas sin saber el motivo de los suicidios, simularán una muerte accidental. Los niños morirán acompañados del hombre almohada. Con su fin evitarán el dolor y el daño en ellos y en los que le rodean.
Michal es feliz volviendo a escuchar la historia de labios de su hermana, le reconforta su compañía, sus palabras, sentirla tan cerca.
Un último cuento antes de abandonar el día es suplicado por el hermano, ese del cerdito verde.
Un cerdito verde se sentía realmente especial por ser tan diferente, lo que provocaba todas las críticas y envidia de sus congéneres. Un día hartos en la granja, le pintaron con un producto indeleble que le hacía de un rosa muy normal. El cerdito se sentía triste y desamparado. Esa misma noche cayó una lluvia que convirtió a todos los animales en seres de color verde, una especie de lluvia ácida con efectos imposibles de eliminar. Todos los animales acabaron siendo de ese color excepto el rosa, que nuevamente volvió a ser único y a sentirse feliz.
El tercer acto se abre con un cuento, aquel en el que está basado el tercer asesinato, ese del que ni han hablado los periódicos. Se trata de "La niña Jesús".
La niña Jesús estaba convencida de ser Jesucristo en la tierra. Y como tal actuaba. Sus padres la rechazaban y sometían a todas las penalidades y humillaciones, que ella aceptaba sin ninguna protesta. Le impusieron una corona de espino, fue crucificada, le clavaron una lanza en el costado y fue enterrada en vida. Ella aseguraba que resucitaría porque se trataba del Mesías. A los tres días alguien pasó cerca de la tumba donde fue enterrada y algunos ruidos seguían saliendo de la caja, pero no fue escuchada. Al cabo del tiempo la niña apareció muerta dentro de su ataúd.
Cuando Katurian supo que su hermano era el asesino de niños quedó destrozada pensando en la muerta de la pobre tercera víctima. Los periódicos no habían publicado su desaparición y ella no había podido arrancar a su hermano los detalles de la muerte antes de acabar con la vida de él.
Pero ella ya ha decidido qué es lo que mueve su vida y con su hermano muerto, único testigo y artífice de lo ocurrido, ella es libre para elegir su final. Va a confesar los asesinatos a cambio de que sus relatos no sean destruidos, solo guardados durante cincuenta años y después sacados a la luz.
Katurian confiesa los cinco asesinatos, tanto los de los tres niños como los de los padres de ella (a los que con 12 años asfixió con una almohada al saber el sufrimiento que habían inflingido a su hermano). Los policías redactan la confesión orgullosos por tener el caso resuelto y por haber arrancado esas ansiadas palabras a la detestable escritora. Curiosamente solo han puesto el foco en la confesión y no han prestado atención a que desconocen si la tercera víctima está viva o muerta. Cuando son conscientes del error acuden al lugar donde supuestamente está enterrada la pequeña y reciben la mayor sorpresa: la niña está viva... y aparece completamente pintada de color verde. En la supuesta tumba sí están los cuerpos de los padres, asesinados hace años.
La confesión de Katurian queda totalmente desmontada tras la aparición de la pequeña. Ahora saben que ella no tenía ninguna idea de los asesinatos y ha decidido sacrificar su vida a cambio de la posteridad de sus historias. Ambos investigadores se sienten engañados por la mujer que amaña sus palabras para conseguir lo que quiere. En ningún momento contemplan la justicia o los motivos que hacen a alguien actuar así.
Pero a la vez los duros y sarcásticos policías que al principio odiaron a los hermanos, van poco a poco descubriendo que los relatos cuentan partes horribles de sus vidas, y leerlos en cierto modo les reconcilia con ese pasado al que no quieren volver. Sus sentimientos de odio van tornando a ser acompañamiento, aunque también traen una frustración por reabrir esas heridas, por esa capacidad de Katurian de indagar en lo más profundo de nosotros. El policia maltratador a su vez fue maltratado por sus padres, la dura mujer perdió a un hijo. Explicar lo que llena sus días de horror les hace débiles ante esa mujer despreciable.
Ahora que saben que ella no cometió ningún asesinato y sin embargo da su vida para que sus relatos sigan existiendo, solo les queda atacarle donde más le duele, decirle que no van a cumplir su palabra y tan pronto como sea ejecutada sus relatos serán quemados. Ella llora y grita, condena la injusticia pero en un estado autoritario poco se puede hacer. Antes de que alguien decida reabrir la investigación, la mujer policia se toma la justicia en su mano y ejecuta de un tiro a Katurian. Su compañero juzga que no es correcto lo que han hecho y aunque le encargan acabar con todos los textos, decide guardarlos como habían pactado con la víctima. La justicia se hace de la forma más injusta y enrevesada que podían imaginar.
Katurian vuelve a contarnos algo más de la historia de Michal. Cuando ella le preguntó si habría querido que el hombre almohada fuera a visitarle a los 5 años antes de empezar todo su sufrimiento, Michal, con su pequeña lucidez respondió: "No, sin todo mi sufrimiento nunca habrías podido escribir tus maravillosas historias".
Los actores son sublimes, no puedo imaginar un reparto mejor. El escenario ocupa su papel, mínimo, irrelevante, muy importante para que nos centremos en la palabra, en el texto.
Son dos horas y media de frío y dolor, en los que desearías dar una oportunidad a los personajes o que al menos viniera el hombre almohada a acompañarles hacia un camino mejor. Quizá el sufrimiento tiene un sentido, como eligió Michal, quizá sea solo el consuelo de los que están aquí. Y puede que todo ese dolor de los cuentos nos ayude a aceptar nuestras heridas, sea la forma de acompañarnos.
martes, 25 de mayo de 2021
EL ALMA DE VALLE INCLÁN
Hace años iba asiduamente a cada nuevo monologo que estrenaba "El Brujo". Los primeros fueron geniales, una magnifica sorpresa descubrir a esos entrañables personajes desde la óptica de este ingenioso juglar. El Lazarillo, San Francisco de Asís, San Juan el evangelista...
Solo encontré una pega: que su humor a veces sonaba algo repetido. A pesar de ser tremendamente actual, sus bromas llegaron en algún momento a resultar esperables (quizá tenga algo que ver que vivamos en un bucle y todo se repite), pero me hizo separarme durante un largo tiempo del personaje.
Una buena compañía me propuso asistir a la representación y me pareció un estupendo momento para recuperar esa amistad. La primera vez que se disfruta una obra suya se queda una embaucada por su verborrea, su agilidad, no hay mejor manera de enamorarse del teatro.
El Brujo comienza introduciendo a Valle Inclán y lo hace mezclando la historia de su personaje con la suya propia, y todo esto lo enmarca en el momento de la elección y estudio de Inclán. Nos remontamos a la época más dura de la pandemia en la que tanto Inclán como Simón son los compañeros de vivencias de El Brujo.
Empezamos sabiendo de su entierro, donde un muchacho anarquista intenta arrancar el crucifijo del ataud, cayendo en la fosa y rompiendo la tapa, de forma que queda Don Ramón María de cuerpo presente a la vista de todos. Digno de haber sido planificado por él antes de su muerte, en una búsqueda por rizar el rizo de su vida.
El Brujo a veces suena a broma, a argumentos forzados e inventados para sacarnos la risa. Nada que ver, cualquier detalle que cuenta está bien documentado, justificado y bibliografiado.
Entre broma y broma (especialmente las políticas, su tema favorito), vamos conociendo qué convirtió a Inclán en ese ser de luz.
Inclán incluía en sus textos las acotaciones, esas introducciones a los actos que solas definían un mágico e imposible mundo. Llevarlas a escena fue inimaginable durante muchos años y no por falta de medios.
Y así nos cuenta una de sus obras más insignes, Divinas palabras. Conoceremos a esos personajes de la Galicia profunda que luchan por la supervivencia, olvidándose muy a menudo de las necesidades de los que les rodean y llegando hasta la crueldad.
Una mujer vive buenamente de mostrar a su hijo deforme por los pueblos. Cuando ésta muere deja en herencia a su hijo a modo de gallina de los huevos de oro. La familia ansía su custodia, que queda repartida por días. Cada uno que lo "recibe" pasa a explotarlo durante los días que le corresponden. Sin embargo, un despiste debido al desliz de una de las cuidadoras con su amante hace que el niño sea emborrachado por los vecinos del pueblo hasta acabar muriendo. En lugar de recibir la justa sepultura, el difunto será entregado al siguiente custodio para desentenderse de culpas y cargos que ocasionan su muerte. Un auténtico esperpento que no está tan lejano de la vida real.
Inclán entendía la belleza como forma pura del arte inseparable de éste, una necesidad más allá de todo lo existente, una búsqueda de lo superior. Así El Brujo asume como única forma de hablar de Inclán, un homenaje a la belleza y un canto al amor.
Más allá de las palabras de El Brujo, la música de su fiel escudero es lo único que le acompaña. No necesita más, lo llena todo, tiene para todos.
domingo, 2 de mayo de 2021
NÁPOLES MILLONARIA
No es la primera vez que veo una obra de Eduardo de Filippo, ya gocé de otra de sus representaciones hace años: YO EL HEREDERO. Su estilo muy personal mezcla el humor irónico y la tragedia. Y todo esto ambientado en su Italia natal, con el retrato de sus gentes, esas que imaginamos en cualquier película de Mastroianni.
Napoles Millonaria tiene lugar durante la convulsa época de la Segunda Guerra Mundial, pero como siempre pasa en Italia, sus gentes supieron darle un sello especial. La obra recorre dos años, entre 1942 y 1944 y tendrá lugar en la casa de una familia napolitana. En tres actos indagaremos en la vida de cada personaje, sus aciertos, derrotas y desvaríos.
1942 es un año especialmente difícil. El desabastecimiento en tiempos de guerra deja a las gentes sin nada que comer. Las familias recurren al estraperlo, y en particular nuestros protagonistas se aprovechan de éste y consiguen unos ingresos extra a través de la venta de alimentos obtenidos en el mercado negro. Esta forma de mejorar la economía no es aprobada por todos los miembros de la familia, el señor Genaro se queja porque su familia comete irregularidades. Pero todos hacen oídos sordos a sus lecciones, su forma de explicar el mundo, sus largas disquisiciones sobre cómo arreglar el problema de la guerra, que entiende que tiene como única causa dejar a la gente sin comer para poder subir los precios. Él ya estuvo en las trincheras de la Primera Guerra Mundial y su forma de pensar está tergiversada por su paso por las trincheras.
La señora Amalia, su esposa, recoge y revende alimentos, haciendo de esto su gran negocio y el de la familia. Ella no tiene tantos escrúpulos como su marido y retira las viandas a los que no tienen dinero para pagar. Su abastecedor es un joven llamado el guapo, un canalla que detrás del negocio busca liarse con la señora y aparentemente lo va ocupando terreno. Los hijos adolescentes también participan del negocio.
Una forma de lucrase como ésta también encuentra enemigos y unos vecinos les denuncian. Para no ser descubiertos, simulan que en la casa se está viviendo un duelo, el de D. Genaro. El inspector, que se las conoce todas, intenta desvelar la verdad pero el supuesto muerto no mueve un pelo, ni aún sonando las alarmas de ataque aéreo. Finalmente Don Genaro y el inspector se hacen amigos y este no es denunciado.
El hombre que se fue no es el que ha vuelto. En estos 14 meses ha estado encerrado, ha pasado penurias, se ha enfrentado muchas veces a la muerte, ha visto a los amigos del camino caer. Habiendo vivido tanto no se puede ser la misma persona. Su familia le recibe feliz pero tan pronto le escucha contar su historia deciden ignorar esos episodios tan tristes. Para ellos la guerra ya acabó y ahora solo tienen que disfrutar. D. Genaro se da cuenta de hasta que punto la sociedad ignora lo malo, lo rechaza, y comprende que así no se puede aprender.
Finalmente D. Genaro descubre en qué se ha convertido su familia durante su ausencia y como una analogía a la enfermedad de su hija, las siente heridas, agonizantes. Su hija yace moribunda por la falta de una medicina que la curaría pero que no se puede encontrar ni con todo el dinero del mundo. La familia unida se moviliza, desesperados temiendo lo peor. En ese momento un antiguo cliente de D. Amalia, al que ésta rechazó ayudar cuando él no tenía ni para dar de comer a sus hijos, se presenta en la casa ofreciendo la medicina que necesitan. En lugar de exigir por ella mucho dinero, como cabría esperar, éste expresa la necesidad de ayudarnos entre todos como único medio de salir adelante juntos, y se la cede a la señora. D. Genaro consciente ya de la envergadura del problema, toma las riendas de la familia que realmente lo que necesita es recuperar su vida feliz, a veces difícil, pero siempre unida. Su mujer se arrepiente del daño cometido y pide disculpas, mientras que D. Genaro responde que sólo el tiempo dirá si se puede arreglar.
La obra es magnífica, la historia viene al dedillo con el momento histórico que vivimos, los actores bordan sus papeles, el escenario nos resitúa aún más en la situación. Imposible poner una sola pega .
LA CASA DE LOS ESPÍRITUS
Me
costó decidirme, incluso estuve a punto de dejarla pasar. Sus tres horas y
media me suponían un esfuerzo tremendo para los tiempos que corren. Cuando ya
casi la daba por perdida decidí ver un pequeño video para autoconfirmar mi
decisión y en ese momento me topé con la realidad: esta obra tenía todo lo
necesario para ser única.
Me preparé para la intensa sesión de
teatro, no quería sentirme cansada y que en lugar de un disfrute, la tarde se
convirtiera en un suplicio. Siesta y café parecían suficientes medidas previas.
Llegué al teatro Español, ocupé mi
butaca (no la habitual porque el teatro estaba llenísimo) en la tercera planta,
lo que podría llamarse el pregallinero.
La obra comienza y con las primeras
palabras ya se puede ver la tremenda calidad y cuidado con que se ha trabajado
este texto. Descubro que el protagonista es un magnífico actor al que he
conocido recientemente, Francesc Garrido. Carmen Conesa es la otra protagonista
y gran actriz, a la que sigo desde hace años.
La casa de los espíritus recuerda a las
grandes obras latinoamericanas, la historia de una familia contada a través de
varias generaciones, en la que conoceremos grandes conflictos, desencuentros,
tragedias, y sobre todo personajes con la fuerza suficiente para luchar y seguir
combatiendo.
La historia de los Trueba se desarrolla
en Chile y es contada a través de sus mujeres en un recorrido por tres
generaciones, comenzando en los años 40. Como nexo siempre el padre de familia,
Esteban, señor de la casa y azote para aquellos que no le siguen.
Esteban es un joven pobre que quiere casarse con Rosa, chica de familia acomodada. Para ello lo primero que tiene que conseguir es una buena suma de dinero para convertirse en marido ideal. Prueba con las minas, sueña con encontrar una veta de oro y cuando al fin lo logra la desgracia cae sobre sus sueños. Rosa es envenenada con una dosis destinada a su padre, que acababa de meterse en política. Esto hace a Severo abandonar su carrera a senador y limitarse a sus actividades. Esteban queda hundido y abandona el negocio de la mina para encargarse del negocio familiar, una gran hacienda llena de trabajadores a su cargo. Esteban actúa como dueño y señor de todos los que trabajan para él, disponiendo también de las mujeres a su antojo. Así se acuesta con Pancha cuando le viene en gana, hasta que ésta concibe un hijo del señor. También visita el prostíbulo y a Tránsito, a la que ayuda a montar un negocio por su cuenta, lejos de su madame.
Por presión de su hermana Férula para que tenga descendencia, Esteban decide casarse y acude a la casa de Rosa a preguntar por alguna hija en edad de merecer. Allí está Clara, extraña chica que tiene poderes para percibir y predecir el futuro. Clara supo que su hermana Rosa moriría antes de que la tragedia pasara y desde entonces permanece en silencio. Solo vuelve a hablar para anunciar que se va a casar.
Esteban está completamente encandilado
con Clara, mujer fuerte y diferente a todas. Férula teme ser desplazada pero
Clara, tremendamente generosa, la trata como a una hermana lo que hace que
Férula perciba sentimientos no esperados hacia la mujer de su hermano. La
desea, la cuida e intenta hacerse imprescindible, separarla de su marido.
Esteban la encuentra una noche en la cama de su mujer y la echa para siempre de
la finca. Férula maldecirá a su hermano, le anunciará que acabará encogiéndose,
y se verá solo en su lecho de muerte.
Mientras, Clara se ha quedado embarazada
de una niña, Blanca, no siendo el ansiado heredero que Esteban reclamaba. Años
después nacerán Jaime y Nicolas, niños revoltosos a los que su padre tampoco
hace gran caso. Esteban sólo tiene ojos para su mujer. La vida marcha con
cierto orden en la hacienda, Clara trabaja por los derechos de los niños y
madres de la finca, lo que Esteban toma como un capricho de su mujer. Un
terremoto está a punto de acabar con la vida de Esteban, por suerte Clara sabe dónde
ha caído sepultado su marido, sacándole y salvándole la vida. La madre de Pedro
II García, uno de sus sirvientes, es curandera y chamana y sanará las heridas y
huesos rotos del patrón. Ya antes esta misma mujer salvó su cosecha de las
hormigas.
Los niños van creciendo y Blanca se
enamora de uno de los campesinos de la granja, Pedro III García, nieto de la
chamana. Clara conoce toda la historia gracias a sus poderes y no lo
desaprueba. Sin embargo cuando Esteban se entera entra en cólera, golpeando a
su mujer. Clara abandona la casa con sus hijos y algunos dientes menos,
prometiendo que nunca volverá a dirigir la palabra a su marido. Blanca está
embarazada de Pedro III y es obligada a casarse con un francés que nunca llegará
a consumar el matrimonio y desaparecerá un buen día. La niña Alba nacerá con el
pelo verde, como su bisabuela.
Esteban se siente muy solo y visita a su
familia en la capital rogándoles que vuelvan, lo que harán pero Clara nunca romperá
su promesa de no hablar más a su marido.
En la hacienda un nuevo personaje
merodea alrededor de Esteban, su hijo ilegítimo concebido por Pancha en una
violación. Su nombre es también Esteban. Es un hombre sin escrúpulos, lleno de
odio contra toda la familia por ver usurpado su lugar, esperando el momento de
su venganza.
Mientras, Jaime y Nicolás han seguido
carreras bien distintas de las que su padre esperaba. Jaime se ha hecho médico
y trabaja asistiendo a enfermos pobres en un hospital. Nicolás ha partido a
oriente para aprender técnicas de meditación, con las que quiere enseñar a
otros. La corriente comunista se va haciendo fuerte en el país, los años de
opresión del caciquismo han hecho que el pueblo llano se rebele y pierda el
miedo a las represalias. Esteban se ha convertido en senador conservador y
cuenta con que nunca perderán pero un nuevo líder de izquierda llamado Salvador
Allende se acerca más a la presidencia. Jaime es gran amigo suyo y
confía en que pueda ganar esta vez. También Alba es ya una joven que va a la
universidad y se une al bando revolucionario a través de su amado Miguel, un
idealista luchador.
Llegan las elecciones en 1970 y Salvador
Allende es nombrado presidente. Lo que ocurre a partir de aquí es parte de la
historia real y cruda. El país es manejado desde fuera para provocar el caos y
hacer caer al gobierno, mensajes malintencionados, movimientos orquestados
desde Estados Unidos, huelgas, desabastecimiento, inseguridad. El pueblo vive
en condiciones infrahumanas. Todo acaba con el golpe de estado de las fuerzas
armadas y militares. Esteban se alegra pensando que esto hará recobrar el
gobierno a su bando pero los militares nunca llegan a soltar el poder. El golpe
de estado, al contrario de lo que pensaba, solo le trae desgracias y
desolación. Jaime estaba en la casa de la moneda con Allende y sale de allí
horas antes de que le asesinen, pero es detenido, torturado y asesinado. Pedro
III, campesino que ha luchado desde joven por los derechos de los trabajadores
y sigue viéndose en secreto con su amada Blanca, está escondido en la casa de
Esteban. Blanca se lo confesará a su padre y éste les facilitará a ambos la
salida del país. Nicolás se encuentra fuera del país y nunca volverá.
Ahora están solos Esteban y su nieta
Alba aunque esto durará poco tiempo. Los militares entran en la casa de Esteban
y se llevarán a Alba a la que torturarán y violarán. El artífice de estos
desmanes será un militar llamado Esteban, el hijo de Pacha e ilegítimo del
abuelo de Alba.
Esteban sufre por su nieta, está solo y
desesperado, sin amigos no sabe a qué puerta acudir hasta que busca a Tránsito, la prostituta a la que ayudó en su juventud, y le pide que le ayude. Ésta a través de sus contactos consigue liberar a Alba.
Esteban abandonará la vida acompañado por su nieta, una muerte tranquila y en
compañía, no como Férula había anunciado.
Alba está embarazada sin saber si el bebé
de sus entrañas pertenece a su amado Miguel o a su violador Esteban. En su
mirada atrás Alba reconoce que todo lo que ha pasado en su vida y en la de los
que la preceden tiene un sentido, una explicación, cierra un círculo que quizá
vuelva a repetirse en el futuro, pero es consciente de que todo ha encajado en
su lugar.
Alba, con su melena verde, nos ha
acompañado desde el principio, nos ha contado toda la historia de su familia,
como un ejercicio en que justifica lo ocurrido para cerrar heridas, da sentido
a su existencia y al hecho de que esté viva.
Esta extensa obra es contada con una gran delicadeza, haciendo que entendamos cada personaje, cada vida, como una evolución desde su pasado hasta el ser en que es han convertido.
Escenarios sencillos con paneles que se mueven y nos recrean cada uno de los lugares por los que va pasando la obra, actores totalmente transformados en sus personajes... todos los recursos a la disposición del público para hacernos vivir una experiencia maravillosa. Es una suerte poder disfrutar de esta obra.
viernes, 19 de febrero de 2021
CÁDIZ
Hoy tocaba dar un apoyo a esos teatros privados que no cuentan con las subvenciones públicas y que ya hace años inventaron una nueva manera de subsistir a través de la multi-cartelera.
El teatro Lara es un viejo conocido, creo que es el primer teatro que visité en Madrid así que su recuerdo siempre me acompaña.
Además nos arriesgábamos con una obra de humor. Hacer llorar, tocar la fibra, empatizar con el espectador a través de sus problemas y preocupaciones puede a veces ser relativamente fácil, pero el humor es de mil colores y encontrar el que gusta a todos los habitantes de una sala no debe de ser nada fácil.
Cádiz es una obra de tres personajes contada en cuatro escenas. Ellos son tres viejos amigos, cuarentones ya, con caracteres y vidas muy distintos. A pesar de ello la amistad no se ha resentido. Eugenio es un señor serio y aburrido, siempre emprendiendo acciones responsables y preparado para lanzar palabras de reproche a sus amigos. Está casado y tiene una hija de seis años. Su mujer lleva meses fuera de España y él se encarga de todo.
Miguel es un adolescente en un cuerpo de 40 años. Sigue viviendo con sus padres, tiene un trabajo precario y no cambia nada en su vida. Su mayor objetivo en la vida es juntarse con sus dos amigos y pasar las horas juntos bebiendo. Adrián ha descubierto a los 40 que quiere tener 20, y cuando le ha tocado la lotería sus primeras acciones han sido: dejar a su mujer, echarse una novia de 22, ponerse implantes en el pelo y comprarse una moto.
Esta explosiva mezcla es la que componen los tres amigos, que se encontrarán en cuatro ocasiones a lo largo de tres años.
En la primera cita surgen rencillas entre los tres por el trato distinto que se da entre ellos. Eugenio se siente desplazado cuando organizan actividades divertidas. Además, la exmujer de Adrián le quiere contratar como abogado en la separación de su matrimonio. Adrián lo ve como una deslealtad y éste arremete acusándole de infiel, la charla desembocará en una pelea y ambos acabarán en el hospital.
Un año después los tres amigos vuelven a quedar. En este tiempo muchas cosas han cambiado. Eugenio se ha separado de su mujer, se ha quedado con la custodia de su hija y ha empezado a salir con la ex mujer de Adrián, de la que se ha enamorado. Adrián ha abandonado la vida promiscua (después de ser abandonado por la veinteañera) y ahora es un ser místico y purificado. Y Miguel sigue exactamente igual. La cena en casa de Adrián intenta reconciliar la amistad perdida. Eugenio se presenta esquivo y desconfiado, no sabe el motivo de la invitación. Tras varios roces Adrián comparte con sus amigos que hace días se encontró a su ex, tomaron café y acabaron acostándose. Eugenio visiblemente fuera de sí abandona la casa destrozado. Entonces Adrián confiesa a Miguel que todo es una invención porque se había enterado de la relación que mantenían ambos. Eugenio vuelve al rato a partirle la cara a Adrián.
El tercer encuentro será un año después. En el hospital Miguel conoció a una enfermera y se va a ir a vivir con ella. Con la excusa de la mudanza, éste queda con sus amigos y a pesar del malestar de Eugenio, los tres vuelven a compartir un día juntos. Si las citas anteriores acabaron mal, esta no tiene una pinta mejor. Miguel ha perdido su alegría natural, está nervioso, asustado. Acaba confesando a los amigos que su novia está embarazada. Es más, él lo ha descubierto al encontrar un test de embarazo. Eugenio, ser más maduro y avispado se percata de que este test no es de ella sino de su hermana, con la que Adrián ha tenido algún affair. Miguel recobra su habitual felicidad mientras que Adrián se hunde en la miseria. No puede creer que vaya a ser padre!! Pero en un acto de madurez (por fin), decide tomar en serio la relación y tener ese hijo.
Con este acto de aceptarse, madurar y avanzar, los tres amigos retoman la amistad, siendo los mimos que hace años, cuando pasaron unas felices vacaciones en Cádiz. Y qué mejor manera de celebrarlo que cantando una canción de Perales (su ídolo) y tumbándose a tomar el sol en las doradas playas de Caños de Meca.
La obra es divertida, algunos gags son más esperables, otros sacan la risa a través del diálogo y la sorpresa. La historia contiene algunos giros originales, que son para mí los mejores momentos, los que no se esperan y te arrancan la carcajada. Los actores son muy buenos, con registros muy diferentes y todos interpretan sus personajes de maravilla.
Es una obra entretenida, sin grandes pretensiones, más que las de hacernos reír y disfrutar, que no es poco. Y esto lo consiguen muy bien.
miércoles, 27 de enero de 2021
YO SOY EL QUE SOY
Hoy he podido disfrutar de la que irremediablemente parece ser la última actuación que veré en el Teatro Pavón, al menos siendo éste gestionado por Kamikaze Producciones.
Asistir al cierre de un teatro es una pérdida, un vacío que nos hace sentir menos humanos, seres insensatos, acercándonos a la barbarie. Así vamos.
Hoy en la despedida disfruté de una obra de una ternura tremenda, el sonido del violín recorría toda la sala y nos dejaba a todos sin aire ni Alma.
Hoy los acomodadores de la sala eran las locas personas que durante estos cinco años han hecho el sueño de Kamikaze posible. Ellos nos han acompañado hasta nuestros asientos para que nos sintiéramos parte del lugar, y de cerca compartiéramos con ellos la magia del teatro.
Aunque el cierre suena a fracaso, estos cinco años hemos crecido con este proyecto, tanto es lo aprendido que ya forma parte de nosotros.
La obra es un canto a la vida y a la libertad contada a través de una persona que tuvo que enfrentarse al rechazo, al dolor, a la tortura, y sólo a través del arte que creaba encontró su sentido de vida.