lunes, 21 de noviembre de 2011

DENNIS RAFTER: NOCHE MAGISTRAL SOBRE SHAKESPEARE

¡Vaya! Pensé que hoy me salvaría, que no sería necesaria una crónica, que unos pequeños fragmentos no estarían a la altura de una obra de teatro, que no habría nada que contar, que la magia no se manifestaría, que no, que no…

Pero dónde menos lo esperas aparecen los ratos fantásticos, el ángel del teatro que hace volar la imaginación y puede ocurrir cualquier cosa.
Y cuando digo que es donde menos lo esperas, es algo literal. Hoy el Teatro Español abría sus puertas a todos y nos invitaba a jugar al juego del teatro, enseñaba las entrañas del actor, y con un maestro de ceremonias inmejorable nos hacía parte del escenario y de la creación. Denis Rafter es una especie de El Brujo en versión irlandesa españolizada, que interpreta los personajes de Shakespeare, pero no como un actor más, él nos cuenta qué tiene que tener cada personaje para transmitir lo que el autor quiso decir, cuál es su magia, su razón de ser, le pone música, nos mete en su obra, ahora somos todos parte de ellos, Julio César, Ricardo III, Hamlet… Somos el Antonio al que Shylock no quiere prestar el dinero porque nos detesta, nos hemos convertido en notas de jazz que sonarían a Julieta si ella fuera música,  somos parte del cuarto soliloquio de Hamlet, donde se pregunta por el suicidio y el sentido de la vida, estamos en el senado romano con Julio César y Bruto, escuchando a Marco Antonio y gritando algo que suene italiano, algo así como spaguetti!, escuchamos al portero borracho de Macbeth contar el asesinado del rey, participamos de los 55 segundos de un soneto, su medida perfecta, o hablamos de amor con Troilo y Crésida, partimos a luchar a la guerra contra Francia guiados por Enrique V y acabaremos con las siete edades del hombre de Cuándo gustéis. Todo sin descanso, como esta crónica.

Todo amenizado con música, canciones populares irlandesas, bromas y reflexiones profundas, y como único acompañamiento, un mínimo atrezzo, una máscara, una sábana, un gorro…

Es un lujo disfrutar de alguien que adora tanto el teatro, vive para él, lo siente y lo transmite para que nosotros  podamos entenderlo y disfrutarlo como él. Puede que Dennis Rafter fuera, de todos los que estábamos allí, el que más disfrutó.



2 comentarios:

  1. :O ¡¡Guauu!! ¡¡Vaya crítica más bonita!! ¡Me ha encantado leerte y disfrutar contigo, a través de la distancia y del tiempo, de la obra! Tuvo que ser precioso ver todo lo que cuentas. El personaje por dentro, visto y narrado por el propio actor. Teatro del bueno para los ojos de los buenos. Me alegro muchísimo de que siga habiendo obras que hagan disfrutar de esa manera.

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  2. La obra fue pura poesía! Se merece una crítica buena, cuando se disfruta tanto fácilmente salen las palabras para contarlo, verdad?

    Ah! olvidé decir que las interpretaciones de los personajes de Shakespeare eran en inglés! Pero no hacía falta entender el texto para disfrutarlo.

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